Lecciones de Michael Jordan sobre el éxito y la práctica deliberada
La diferencia entre trabajar duro y mejorar realmente
🏷️ Categorías: Metas, Mejora continua, Motivación, Práctica deliberada.
El problema con el éxito es que solo vemos el resultado final.
Solo recordamos los campeonatos, los trofeos, las victorias en el último segundo. Rara vez pensamos en los incontables fallos, derrotas y tropiezos que ocurrieron antes de esos momentos de gloria. Detrás de cada logro hay años de trabajo silencioso, sacrificios invisibles y una lucha interna contra la duda y el miedo.
Michael Jordan es un gran ejemplo.
Es considerado por muchos como el mejor jugador de baloncesto de la historia, es recordado por sus 6 anillos de la NBA, sus tiros imposibles y su mentalidad de acero. Pero esa no es toda la historia, eso es solo lo bonito, es lo que la gente recuerda…
«He fallado más de 9000 tiros en mi carrera. He perdido casi 300 partidos. 26 veces me han confiado el tiro ganador del partido y lo he fallado. He fallado una y otra vez en mi vida. ― Michael Jordan (Goldman & Papson, 1998).
Nunca dejó que los fallos lo desanimaran. Al revés, fue un motivación para mejorar.
A veces, trabajamos duro en nuestros objetivos, pero los fallos nos hacen dudar, nuestra confianza tiembla y sentimos que nuestro esfuerzo no valió para nada.
Pero no es así.
Los errores son parte natural del camino y la disciplina te hará seguir caminando.
Verás por qué todos tus esfuerzos si valieron para algo…
Ningún camino es recto y llano
Michael Jordan no llegó a ser una leyenda solo por su talento.
De hecho, en su segundo año de instituto, ni siquiera fue seleccionado para el equipo universitario. Clifton Herring, el entrenador, decidió no incluirlo (Vera, 2019). Imagínate eso: el mejor jugador de todos los tiempos, rechazado cuando era joven. Podría haber aceptado la derrota y buscar otra pasión, el baloncesto estaba claro que no era lo suyo…
Pero no lo hizo.
En lugar de rendirse, el rechazo lo motivó a trabajar en sus habilidades. Entrenó duro. Mejoró cada día. Y al año siguiente, volvió a presentarse, fue aceptado, su equipo despegó y él se convirtió en la estrella indiscutible. Pero no se detuvo ahí.
Todavía se podía mejorar más.
Su historia sigue el mismo patrón una y otra vez: fracasos convertidos en impulso.
En la NBA, los Detroit Pistons lo destrozaron en playoffs varios años seguidos (1988, 1989 y 1990). Pero estos obstáculos no frenaron sus energías, al contrario. Volvió más fuerte, más rápido y con un tiro imparable. Al año siguiente, en 1991, los Bulls barrieron a los Pistons y comenzó a imponerse su equipo en la NBA (StatMuse).
Lo mismo pasó con sus tiros fallados.
Más de 9000 tiros fallados en su carrera. Pero también 32292 puntos anotados. Fallar es normal y cada error es una oportunidad de aprendizaje. Esto es clave para avanzar.
Usar los errores para mejorar.
La disciplina es crucial
Solemos darle un peso enorme al talento y la suerte.
Que todo se basa en haber nacido con la genética adecuada, vivir en el lugar correcto y hablar con las personas correctas. Aunque todo esto juega un papel importante, no es toda la realidad. Cuando las condiciones iniciales se parecen, hay 2 factores clave.
La disciplina y la práctica deliberada.
Jordan aprovechaba cada entrenamiento al máximo. Se empujaba hasta sus límites conscientemente para acostumbrarse a situaciones reales de presión. Cuando llegasen las dificultades en un partido real, ya habría vivido miles veces esos momentos.
Esta mentalidad se traduce a cualquier área.
Para ser escritor, la clave no es escribir a ratos o cuando tengas inspiración. Es escribir todos los días. Y los días que las palabras no salgan, no darse por vencido. Es el momento ideal para centrarse en otros proyectos, en editar, en leer y encontrar ideas.
No detenerse nunca y actuar con intención es vital en cualquier cosa que hagas.
La importancia de la práctica deliberada
Hay 1 diferencia crucial entre trabajar mucho y mejorar realmente: La intención.
Alguien que simplemente repite una acción sin reflexionar sobre sus errores difícilmente mejorará. Por eso es esencial la práctica deliberada: repetir una habilidad con atención total, analizar errores y corregirlos continuamente.
Imagina dos jugadores de baloncesto entrenando su tiro por 1 hora:
Jugador A lanza 200 tiros, registra cuántos falla, se graba en video mientras tira para ver su técnica y tras cada sesión, analiza qué hizo mal y ajusta su tiro.
Jugador B lanza 50 tiros, se toma descansos largos y charla con sus amigos entre tiro y tiro. No se graba mientras tira para ver cómo lo hace ni lleva ningún registro.
Ambos entrenaron 1 hora, pero solo uno mejoró realmente.
El jugador A tiene claras intenciones de mejorar, el jugador B no. Este principio aplica a todo: un escritor que se analiza sus textos, corrige sus defectos y aprovecha cada hora al máximo, progresa más que quien "escribe por escribir".
Mismo tiempo, diferente avance.
La mejora real no viene de la repetición ciega, sino de prestar atención al proceso.
Cómo aplicarlo en tu vida
La mayoría de la gente quiere resultados rápidos. Pero la paciencia es la clave.
El ejemplo más impactante que he escuchado es el de Mozart. Es considerado un prodigio del piano, comenzó a tocarlo con solo 4 años y con esa edad ya compuso su primera obra. Compuso a lo largo de su vida más de 600 obras. Increíble, ¿verdad?
¿Cuántos años crees que vivió para componer tanto?
Vivió solo 35 años, pero tocó el piano durante 30.
Sería un prodigio, pero sin dudas, era disciplinado.
Michael Jordan tampoco se convirtió en el mejor en un año. Ambos trabajaron duro por mucho tiempo y pusieron plena atención en lo que hacían. Eso es vital.
Yo no soy especial.
No tengo un talento extraordinario que me haga único.
Pero llevo poco más de un año escribiendo aquí, y seguiré por mucho tiempo. No porque tenga un talento innato, sino porque confío en la disciplina, en los pequeños avances diarios que se acumulan con los años y generan resultados.
Y tú también puedes adoptar esta mentalidad.
El día a día no suele ser brillante; te lo aseguro. De hecho, los fracasos son comunes. Un inicio difícil y ser ignorado es normal, hasta Gabriel García Márquez pasó por ahí. Del mismo modo, Jordan no fue escogido para el equipo universitario la primera vez, pero perseveró. Pasar a la historia como el mejor no está al alcance de todos, pero podemos lograr grandes cosas igualmente.
Por suerte, solo 1 hora diaria de enfoque genera grandes resultados con el tiempo.
Entonces, la pregunta clave es…
¿Estás enfocado en aquello que pretendes lograr?
✍️ Te toca a ti: ¿Cómo podrías mejorar tu práctica diaria para lograr tus objetivos? Reflexiona sobre formas de medir, evaluar y planear tu avance.
💭 Cita del día: «Lo que cuenta no es necesariamente la cantidad de tiempo que pasas en los entrenamientos, sino lo que pones en ellos.» — Eric Lindros
¡Nos vemos en la próxima! 👋
Referencias 📚
Dallas Symphony Orchestra. (2022, 4 mayo). Wolfgang Amadeus Mozart. URL
Daniels, A. (2009, 21 julio). Expert Performance URL
Goldman, R., & Papson, S. (1998). Nike Culture: The Sign of the Swoosh.
Vera, A. (2019, 13 diciembre). Michael Jordan’s high school basketball coach, Clifton ‘Pop’ Herring, dead at 67. CNN. URL
StatMuse. Michael Jordan Playoff win loss record vs Detroit Pistons URL
Me cuesta trabajar la disciplina y la constancia en áreas que harán que mi proyecto tenga más éxito, es un constante darlo todo y luego bajar la guardia al no ver resultados. Pero aún estoy ahí, sin desistir e intentado. Creo que mejoraría el ponerme limites para hacer esa constancia de forma diaria. Está increíble este post✨
Muchas veces lo difícil no es aceptar los fallos, es entender que son parte del proceso y no un indicio de que no valemos. Por eso me gustan tanto historias como esta, porque ahí está y se ve la constancia, seguir cuando no hay resultados todavía.