I have travelled all my life and every place where I have lived and worked has changed me into a better person and a better creative (artist/writer/actor). But one instance of transformation stands out. I was in Asmara, Eritrea not as a tourist, but living and working there. I was only 20. I had made a date with a woman and went to meet her at her house in a compound. I sat by the communal well and after a while fell asleep waiting (she never did show up). At around 2 am I awoke to a man shaking me by the shoulders. We didn't share any of the languages spoken there, but he gestured that I was getting cold and I could come to his house and sleep. He gave me a spot next to his bed that he shared with his wife. He moved the coals so that I shared their meager heat. I quickly fell asleep on the mat they had put down for me. In the morning, I awoke to the feeling that someone was staring at me. Under the bed were two children who had given up their mat for me and were sleeping on the bare dirt floor. I will never forget that kindness. I had never experienced anything like that growing up in the US and Canada. Since then I have returned that kindness to others on several occasions. Each time was a reward in itself. Travel has made me a better person.
Probably the most touching story I've ever heard about hospitality. I too try whenever I can to help travellers, sometimes they are lost, sometimes they enjoy chatting with the locals and following their recommendations.
It's always a pleasure to discover the story behind the people who come to my homeland from so far away :)
The hospitality of these people in Eritrea is admirable.
¿Cuál ha sido el viaje más transformador que has hecho?
Uff, pues ayer justo hablaba con una amiga sobre esto. Quien me conoce desde que nací 🤣 no me reconocería ahora. ☺️ Salir de España hace ya casi una década cambió muchas cosas en mi. Estar en un lugar que no es donde naciste y viviste la mayor parte de tu vida, te hace mirar las situaciones y a las personas de otra manera.
Sí, la experiencia tiene que ser determinante, marca un antes y un después en tu vida. Creo que lo más duro es lo que te dejas atrás al hacer un viaje así. Luego cuando vuelves te lo imaginas todo tal y como era, como si el tiempo no hubiese pasado, ¿verdad?
Eso me contaron amigos que han estado en el extranjero por cierto tiempo.
Bonita carta Álvaro. Quizá yo en estos temas de viajar soy demasiado pesimista. No creo que hoy viajemos para «conocer» y/o para «aprender» del mundo y de cómo viven otros pueblos. Hoy en día los viajes se han convertido en placer, en visitar por visitar y en sacarse las fotos de turno. Evidentemente habrá excepciones, pero yo que he trabajado desde 1989 hasta el 2004 en hoteles, ahora veo que los turistas no están interesados en otra cosa que no sean comodidades y decir «he estado aquí», dejando lo importante de lado. El otro día hablé con un turista que me dijo que había visitado 7 veces Tenerife, decía estar enamorado de la isla. A continuación me preguntaba si merecía la pena visitar el Teide, que no lo conocía. ¿Cómo? ¿Estamos locos? 🤯 ¿No ha tenido interés en subir al Teide, después de 7 visitas a la isla, cuando el volcán es visible prácticamente desde todos los puntos de la isla? ¡Increíble!
En cuanto a lo de hacerse fotos, sí es común, la verdad. Además, muchas veces se viaja solo por desconectar, por eso lo de fijarse tanto en las comodidades y no tanto en lo que ese destino puede ofrecer de historia, monumentos, gente, gastronomía, paisajes o fiestas.
Lo del Teide me ha dejado impresionado. De hecho, mi primer plan cuando vaya a Canarias será subir al Teide y ver las estrellas, que vi que se hacen visitas guiadas por la noche para hacer observación durante las noches. Las islas tienen mucho que ofrecer, solo por la naturaleza, me gustaría visitarlas todas, de verdad.
Hace unos días, Emi hablaba en su newsletter precisamente sobre la naturaleza de los viajes y cómo la experiencia ha cambiado en los últimos años. Además, con algo de debate interesante, lo dejo aquí como referencia, por si a alguien más le puede interesar: https://www.autodesconocimiento.com/p/una-mirada-reciproca?r=267ejy
Dicho lo cual, lo que me gusta del planteamiento es que no hace falta viajar lejos, sino cambiar la mentalidad a la hora de viajar. Un viaje al Tíbet puede aportar (ojalá algún día pueda, aunque lo dudo), pero también lo puede hacer a un pueblo de la Mancha por igual. De algún modo, lo relevante es la mentalidad y lo que busques de ese viaje.
Exactamente, es la mentalidad lo que más influye. Algunos de los viajes más satisfactorios que he tenido han sido a la provincia de al lado. Es cuestión de mentalidad, no de distancia, estoy de acuerdo contigo.
El libro se lee casi como una historia, la verdad es que la edición de su libro de viaje está muy bien hecha para que se sienta ameno, porque los diarios personales suelen ser pesados de leer jajaja.
No sé mucho de historia, pero me resulta muy llamativo, por valiente y libertario, que una mujer viajara sola durante año y medio a comienzos del siglo 20, y muy liberal el marido que se quedó en casa. 😇
Estiro un poco más el hilo de Miguel García y apunto que basta con cruzar la calle y establecer una CONVERSACIÓN REAL, de corazón a corazón, con tu vecino, para conocer otro mundo, otros sentir y pensar no imaginados.
Incluso te puedes llevar una sorpresa grande si aplicas eso con tu pareja u otros miembros de tu familia.
Recuerdo un meme que decía algo como «hoy falló el internet todo el día, estuve hablando con algunas personas que dicen que son mi familia... parecen buena gente». 😉
La verdad es que pensé lo mismo que tú. La relación que tenía esta mujer con su marido era excepcional tanto en la época en la que vivió como en el presente. Pocas personas estarían más de un año sin ver a su pareja en persona incluso con las tecnologías que hoy día tenemos.
Por otra parte, lo que dices y que comentaba Miguel me parece muy cierto. He aprendido mucho en conversaciones inesperadas en autobuses, con personas por la calle y en viajes por aquí cerca. De hecho, algunos de esos encuentros han sido decisivos en mi vida. No he tenido que recorrer el mundo para "conectar conmigo mismo", como se suele decir.
La desconexión cara a cara del mundo actual empobrece la calidad de las relaciones sociales.
I have travelled all my life and every place where I have lived and worked has changed me into a better person and a better creative (artist/writer/actor). But one instance of transformation stands out. I was in Asmara, Eritrea not as a tourist, but living and working there. I was only 20. I had made a date with a woman and went to meet her at her house in a compound. I sat by the communal well and after a while fell asleep waiting (she never did show up). At around 2 am I awoke to a man shaking me by the shoulders. We didn't share any of the languages spoken there, but he gestured that I was getting cold and I could come to his house and sleep. He gave me a spot next to his bed that he shared with his wife. He moved the coals so that I shared their meager heat. I quickly fell asleep on the mat they had put down for me. In the morning, I awoke to the feeling that someone was staring at me. Under the bed were two children who had given up their mat for me and were sleeping on the bare dirt floor. I will never forget that kindness. I had never experienced anything like that growing up in the US and Canada. Since then I have returned that kindness to others on several occasions. Each time was a reward in itself. Travel has made me a better person.
Impressive, Phil!
Probably the most touching story I've ever heard about hospitality. I too try whenever I can to help travellers, sometimes they are lost, sometimes they enjoy chatting with the locals and following their recommendations.
It's always a pleasure to discover the story behind the people who come to my homeland from so far away :)
The hospitality of these people in Eritrea is admirable.
¿Cuál ha sido el viaje más transformador que has hecho?
Uff, pues ayer justo hablaba con una amiga sobre esto. Quien me conoce desde que nací 🤣 no me reconocería ahora. ☺️ Salir de España hace ya casi una década cambió muchas cosas en mi. Estar en un lugar que no es donde naciste y viviste la mayor parte de tu vida, te hace mirar las situaciones y a las personas de otra manera.
Vamos un antes y un después 🤣
Un abrazo, Álvaro
¡Hola Elisa!
Sí, la experiencia tiene que ser determinante, marca un antes y un después en tu vida. Creo que lo más duro es lo que te dejas atrás al hacer un viaje así. Luego cuando vuelves te lo imaginas todo tal y como era, como si el tiempo no hubiese pasado, ¿verdad?
Eso me contaron amigos que han estado en el extranjero por cierto tiempo.
Un abrazo a ti también :)
Bonita carta Álvaro. Quizá yo en estos temas de viajar soy demasiado pesimista. No creo que hoy viajemos para «conocer» y/o para «aprender» del mundo y de cómo viven otros pueblos. Hoy en día los viajes se han convertido en placer, en visitar por visitar y en sacarse las fotos de turno. Evidentemente habrá excepciones, pero yo que he trabajado desde 1989 hasta el 2004 en hoteles, ahora veo que los turistas no están interesados en otra cosa que no sean comodidades y decir «he estado aquí», dejando lo importante de lado. El otro día hablé con un turista que me dijo que había visitado 7 veces Tenerife, decía estar enamorado de la isla. A continuación me preguntaba si merecía la pena visitar el Teide, que no lo conocía. ¿Cómo? ¿Estamos locos? 🤯 ¿No ha tenido interés en subir al Teide, después de 7 visitas a la isla, cuando el volcán es visible prácticamente desde todos los puntos de la isla? ¡Increíble!
No sé. Quizá me esté haciendo mayor... 😅
Un abrazo! 🤗
¡Hola Jaime!
En cuanto a lo de hacerse fotos, sí es común, la verdad. Además, muchas veces se viaja solo por desconectar, por eso lo de fijarse tanto en las comodidades y no tanto en lo que ese destino puede ofrecer de historia, monumentos, gente, gastronomía, paisajes o fiestas.
Lo del Teide me ha dejado impresionado. De hecho, mi primer plan cuando vaya a Canarias será subir al Teide y ver las estrellas, que vi que se hacen visitas guiadas por la noche para hacer observación durante las noches. Las islas tienen mucho que ofrecer, solo por la naturaleza, me gustaría visitarlas todas, de verdad.
¡Qué envidia de lugar en el que vives!
Saludos
Hace unos días, Emi hablaba en su newsletter precisamente sobre la naturaleza de los viajes y cómo la experiencia ha cambiado en los últimos años. Además, con algo de debate interesante, lo dejo aquí como referencia, por si a alguien más le puede interesar: https://www.autodesconocimiento.com/p/una-mirada-reciproca?r=267ejy
Dicho lo cual, lo que me gusta del planteamiento es que no hace falta viajar lejos, sino cambiar la mentalidad a la hora de viajar. Un viaje al Tíbet puede aportar (ojalá algún día pueda, aunque lo dudo), pero también lo puede hacer a un pueblo de la Mancha por igual. De algún modo, lo relevante es la mentalidad y lo que busques de ese viaje.
Buscaré el libro, me interesa.
¡Hola Miguel! :)
Exactamente, es la mentalidad lo que más influye. Algunos de los viajes más satisfactorios que he tenido han sido a la provincia de al lado. Es cuestión de mentalidad, no de distancia, estoy de acuerdo contigo.
El libro se lee casi como una historia, la verdad es que la edición de su libro de viaje está muy bien hecha para que se sienta ameno, porque los diarios personales suelen ser pesados de leer jajaja.
Este es muy recomendable.
Gracias por la historia de la viajera, Álvaro. 🙏🏽
No sé mucho de historia, pero me resulta muy llamativo, por valiente y libertario, que una mujer viajara sola durante año y medio a comienzos del siglo 20, y muy liberal el marido que se quedó en casa. 😇
Estiro un poco más el hilo de Miguel García y apunto que basta con cruzar la calle y establecer una CONVERSACIÓN REAL, de corazón a corazón, con tu vecino, para conocer otro mundo, otros sentir y pensar no imaginados.
Incluso te puedes llevar una sorpresa grande si aplicas eso con tu pareja u otros miembros de tu familia.
Recuerdo un meme que decía algo como «hoy falló el internet todo el día, estuve hablando con algunas personas que dicen que son mi familia... parecen buena gente». 😉
¡Hola Kírpalson! :)
La verdad es que pensé lo mismo que tú. La relación que tenía esta mujer con su marido era excepcional tanto en la época en la que vivió como en el presente. Pocas personas estarían más de un año sin ver a su pareja en persona incluso con las tecnologías que hoy día tenemos.
Por otra parte, lo que dices y que comentaba Miguel me parece muy cierto. He aprendido mucho en conversaciones inesperadas en autobuses, con personas por la calle y en viajes por aquí cerca. De hecho, algunos de esos encuentros han sido decisivos en mi vida. No he tenido que recorrer el mundo para "conectar conmigo mismo", como se suele decir.
La desconexión cara a cara del mundo actual empobrece la calidad de las relaciones sociales.