Todos los modelos están mal, algunos son útiles
Cómo tomar decisiones en un mundo incierto
🏷️ Categorías: Modelos mentales, Toma de decisiones y sesgos.
Vivimos en un mundo que exige certezas.
Queremos respuestas claras, caminos seguros y soluciones sin fisuras, pero la paradoja es esta: la mayoría de herramientas que usamos para entender el mundo no son del todo ciertas. No son precisas. No son perfectas. Sin embargo, funcionan.
“Todos los modelos son erróneos.”
Una declaración incómoda, casi provocadora. La dijo George Box, un estadístico británico, en 1976. Pero la frase completa es aún más interesante: “Todos los modelos son erróneos; algunos son útiles.”
Y ahí está la clave.
No se trata de tener certezas para todo. Se trata de utilidad.
No buscamos la verdad absoluta, buscamos una verdad práctica, una aplicable.
George Box no se refería solo a estadística, hablaba del pensamiento humano, de los modelos mentales con los que construimos el conocimiento, tomamos decisiones, y navegamos por una realidad demasiado compleja para ser comprendida al 100%.
Todos los días tenemos que decidir y actuar, no podemos quedarnos parados.
Veamos qué son y cómo usar modelos para navegar la vida sin naufragar…
¿Qué es un modelo?
Un modelo es una versión simplificada de la realidad.
Imagina una modelo arquitectónico: una pequeña estructura de cartón, vidrio y madera que muestra un edificio aún inexistente. No se puede habitar, ni poner ascensores o abrir ventanas, pero permite ver el concepto, entender su forma e imaginar el resultado final.
Es útil, pero no es el resultado real.
El error ocurre cuando creemos que un modelo es la realidad misma.
Modelos mentales, teorías científicas, pronósticos económicos, predicciones… Todos son intentos de simplificar el mundo. Pero siempre habrá cosas que se quedarán fuera. Y está bien. Porque no fueron diseñados para ser perfectos.
Fueron diseñados para ayudarnos a pensar mejor, para sernos útiles.
La clave está en el grado de error
George Box lo dijo “la cuestión es qué tan erróneos tienen que ser para no ser útiles”. Y aquí llega otra lección poderosa: la utilidad va por delante de la perfección.
Entonces, ¿por qué nos obsesionamos con lo perfecto?
Porque confundimos perfección con utilidad. Porque pensamos que si algo no es 100% correcto, entonces debe ser totalmente inútil. Nada más lejos de la realidad.
Como dijo Isaac Asimov en 1989:
El problema es que la gente cree que “lo correcto” y “lo incorrecto” son absolutos; que todo lo que no es perfecto y completamente correcto es completamente incorrecto.
Hay diferentes grados de error y los modelos menos erróneos son los más útiles.
¿Por qué necesitamos modelos?
Porque no tenemos otra opción.
Nuestro cerebro no puede procesar toda la complejidad de la realidad. Necesitamos atajos, patrones, explicaciones sencillas. Un buen modelo te permite todo esto:
Construir conocimiento que no cambia cada cinco minutos.
Predecir escenarios (aunque no siempre aciertes).
Decidir sin colapsar por sobreanálisis.
Piensa en el pronóstico del tiempo: no es perfecto, pero si marca 80% de lluvia llevarás paraguas. Y si no llueve, no pasa nada, el modelo suele acertar y sigue siendo útil. Eso hacen los modelos: no aseguran el futuro, pero te dan contexto y te preparan.
Te hacen jugar con ventaja en la vida.
Cómo decidir en un mundo incierto
Si ningún modelo es totalmente fiable… ¿Cómo tomamos decisiones en la vida?
Tener un solo modelo es como solo tener un martillo: todo te parecerá un clavo. Necesitas una caja de herramientas que te permita usar el modelo adecuado en cada situación. A más herramientas tengas, mejor podrás pensar y decidir en la vida.
Pongamos un ejemplo: necesitas descansar más, el ritmo que llevas es insostenible.
El poder de la limitación: podrías ver el problema como una mala distribución del tiempo. Estás intentando hacer demasiado y al final no llegas a nada. El modelo te sugiere enfocarte en menos cosas, pero logran grandes avances. Menos cantidad, pero más calidad.
La paradoja del inventor: quizás el problema está en tu sistema. Tal vez estás usando procesos obsoletos. Este modelo te invita a pensar que quizá necesites aprender nuevas herramientas, tecnologías o habilidades para hacer lo mismo que ya haces, pero en la mitad de tiempo.
Entropía: puede que el caos te sature por falta de flexibilidad. Si tienes una agenda sobrecargada, sin espacio para imprevistos, solo con un retraso toda tu planificación se vendrá abajo y tendrás un día estresante. Este modelo te hace pensar en crear sistemas más flexibles, con margen para el desorden.
¿Son perfectos estos modelos? No.
¿Funcionan por separado? A veces.
¿Funcionan mejor juntos? Sin duda.
Eso es lo que te ofrece una caja de modelos mentales: opciones. Estrategias complementarias. Perspectivas diversas. Una sola herramienta te puede dejar atascado. Un conjunto bien seleccionado te saca del apuro, una y otra vez.
Cómo elegir buenos modelos
No todos los modelos son iguales.
Algunos duran siglos. Otros se derrumban en años. Entonces surge una pregunta, ¿Cómo sabes si un modelo es útil? Hazte estas preguntas y encontrarás la respuesta.
¿Cuánto tiempo ha estado en uso? Los modelos que han sobrevivido al paso del tiempo y siguen funcionando son los más fiables. Es el efecto Lindy. Un buen ejemplo es la Navaja de Occam, que lleva con nosotros desde el siglo XIV.
¿Se aplica en varios contextos? A más polivalente, mejor. No siempre será útil, pero puede serlo en más situaciones. Un buen ejemplo es la Ley de la trivialidad. No se cumple siempre, pero conviene tenerla presente a menudo.
¿Cuál es su fundamento? En matemática, lógica y otras áreas hay leyes eternas. Si el modelo tiene estas bases es más probable que sea válido y perdurable. Los mejores ejemplos son el mapa no es el territorio y la entropía, conceptos de las matemáticas y la física que podemos aplicar en nuestras vidas.
Un buen modelo no necesita ser exacto en todo momento.
Solo céntrate en usarlo cuando sea útil y navegarás con éxito los retos de la vida.
✍️ Te toca a ti: ¿Qué modelos mentales te han sacado de apuros? Uno de los que más me ha ayudado es de la limitación. Cambio mis hábitos y visión por completo.
💭 Cita del día: «Reflexiona y delibera antes de dar un paso»
— Sun Tzu, El arte de la guerra.
¡Nos vemos en la próxima! 👋
Me gustó mucho tu post de hoy. Mil gracias por compartirlo.
Uno de los modelos mentales que más me ha ayudado es el de la **aceptación radical**: aceptar la realidad tal como es, sin pelearme con lo que no puedo controlar. Esto me ha dado calma en momentos difíciles. Otro es el modelo de **curiosidad en lugar de juicio**: en vez de criticarme o criticar a los demás, trato de preguntarme '¿qué hay detrás de esto?'. Eso cambia completamente cómo reacciono y cómo me relaciono. Son formas simples de ver el mundo que cambian mucho cómo lo vivo.
De referencia!
Dos modelos que siempre traigo conmigo:
El principio de Pareto. El 20 % de las causas suele generar el 80 % de los efectos. Ejemplos: 20% de tu jornada produce 80% de tu trabajo. Usas el 20% de tu ropa el 80% del tiempo. Generaliza muy bien.
Ventana de Overton . Mide la aceptabilidad social de una idea (aunque se generaliza a comportamientos). Este requiere afinarse en ocasiones porque cambia con el tiempo.
Y siempre estoy pensando en la entropía, en surfear la ola. Creo que el ser humano es su mejor catalizador y, ya que en casi todo el universo está aumentando, también es nuestra compañera.