Me gusta pensar que el mundo no está en mi contra y que esas cosas que a veces pasan, pues pasaron por casualidad, no por una fijación de un Dios supremo de hacerme la vida imposible.
Lo veo bastante parecido a como tú lo ves. Las cosas, efectivamente, suceden por casualidad, esas casualidades son muchas variables de las que solo controlamos unas pocas. Sabiendo que no todo está bajo nuestro control, lo mejor es ir con prudencia antes de decidir, actuar y pensar sobre los demás.
Recientemente estuve pensando en el tema de esta newsletter, precisamente ante hechos relacionados con transportes publicos. A parte de lo que comentas sobre prejuzgar ante situaciones que no sabemos bien porque se han dado, creo que la gente además, ¡se ofuzca muchisimo! No nos sirve de nada enfadarnos tanto ante un autobús que no llega, ¡hay cosas que no dependen de nosotros y no tenemos que perder nuestra paz ante ellas! Ni mucho menos cargar contra un conductor, que los pobres, cada vez que hay un retraso, se tienen que comer los enfados de todos los pasajeros.
¡Hola Cilia! Es muy interesante lo que comentas. En el fondo es muy estoico, el filósofo Epicteto decía justamente lo que tú dices: Lo primero que hay que tener claro en la vida es qué cosas dependen de ti y qué cosas no. De las que no dependen de ti, es absurdo preocuparse. ¡Lo veo como tú!
Muy interesante Álvaro. Me ha recordado a la filosofía coreana Nunchi:
"El término nunchi se deriva de dos palabras coreanas: nun (ojo) y chi (energía vital). En su esencia, nunchi se traduce como la capacidad de percibir y comprender la energía de los demás mediante la observación cuidadosa. Aunque no tiene una palabra equivalente exacta en muchos idiomas, se puede entender como una combinación de empatía, intuición y conciencia social."
Gracias por el comentario, de verdad. Me has dado un concepto muy interesante y del que no sabía nada. Voy a investigar más sobre el concepto de "nunchi". En efecto, es esa observación cuidadosa la que hace que no saquemos conclusiones precipitadas y entendamos mejor las motivaciones que hay detrás de los actos de los demás.
Coincido al 100% en todos ejemplos que comentas. Sé que no es el caso de esta newsletter, pero mientras la leía pensaba que es curioso cómo hay personas que justamente hacen lo contrario: juzgarse a sí mismos por los errores de otros. Y sin embargo están los que siempre culpan al prójimo, como tu bien dices, de sus propios errores y problemas. ¡Qué difícil encontrar ese equilibrio!
Qué interesante tu reflexión. Creo que es difícil encontrar ese equilibrio por uno de los motivos que comentaba, el de la información limitada. La mayoría de lo que decidimos y creemos se basa es información limitada. Pensamos y actuamos de una determinada manera porque es lo que nos parece bien según lo que sabemos.
Por eso es difícil encontrar el equilibrio, porque nunca sabemos bien por qué la gente hace lo que hace o si en realidad era culpa nuestra. En el caso del paso de peatones y el STOP, puede ser que yo sea bajito y no sea consciente de que los demás no me están bien entre los coches que hay aparcados, por eso no me ve el conductor. El error es mío y no soy consciente.
Es realmente difícil, por eso mismo hay creo que deberíamos ser prudentes al hablar de los demás. Lo veo como tú.
Exacto! Además, luego entra la historia de cada uno, la tendencia siempre al victimismo o la autoflagelación. En resumen, ¡la complejidad del ser humano!
Qué bueno está esto. Siento que pasa más bajo coraje o emociones fuertes. Quizás es como un reflejo innato para protegernos (yo = bueno, tú = malo). Pero sím qué fácil brincamos a conclusiones que desconocemos.
Es buena observación la que dices. En cierto modo puede deberse a ello. Aunque creo que el motivo principal es desconocer el entorno. Cuando no entiendes por qué la gente hace algo, es más fácil decir que es mala persona que reflexionar y observar posibles causas del entorno. Lo que está claro es que nuestro cerebro necesita entender lo que sucede y si no encuentra motivos, se los inventa con excusas como "es malo" o "es imprudente".
Bien preguntado, Salvador. Es realmente difícil no hacer conclusiones precipitadas. La mayoría de lo que creemos son creencias para salir del paso, en realidad casi nada está fundamentado de forma objetiva, pero así es la vida. Como mucho, ser conscientes de esto y no juzgar tan apresuradamente al resto.
Me gusta pensar que el mundo no está en mi contra y que esas cosas que a veces pasan, pues pasaron por casualidad, no por una fijación de un Dios supremo de hacerme la vida imposible.
¡Hola Christopher!
Lo veo bastante parecido a como tú lo ves. Las cosas, efectivamente, suceden por casualidad, esas casualidades son muchas variables de las que solo controlamos unas pocas. Sabiendo que no todo está bajo nuestro control, lo mejor es ir con prudencia antes de decidir, actuar y pensar sobre los demás.
Recientemente estuve pensando en el tema de esta newsletter, precisamente ante hechos relacionados con transportes publicos. A parte de lo que comentas sobre prejuzgar ante situaciones que no sabemos bien porque se han dado, creo que la gente además, ¡se ofuzca muchisimo! No nos sirve de nada enfadarnos tanto ante un autobús que no llega, ¡hay cosas que no dependen de nosotros y no tenemos que perder nuestra paz ante ellas! Ni mucho menos cargar contra un conductor, que los pobres, cada vez que hay un retraso, se tienen que comer los enfados de todos los pasajeros.
¡Hola Cilia! Es muy interesante lo que comentas. En el fondo es muy estoico, el filósofo Epicteto decía justamente lo que tú dices: Lo primero que hay que tener claro en la vida es qué cosas dependen de ti y qué cosas no. De las que no dependen de ti, es absurdo preocuparse. ¡Lo veo como tú!
Muy interesante Álvaro. Me ha recordado a la filosofía coreana Nunchi:
"El término nunchi se deriva de dos palabras coreanas: nun (ojo) y chi (energía vital). En su esencia, nunchi se traduce como la capacidad de percibir y comprender la energía de los demás mediante la observación cuidadosa. Aunque no tiene una palabra equivalente exacta en muchos idiomas, se puede entender como una combinación de empatía, intuición y conciencia social."
¡Hola Íker!
Gracias por el comentario, de verdad. Me has dado un concepto muy interesante y del que no sabía nada. Voy a investigar más sobre el concepto de "nunchi". En efecto, es esa observación cuidadosa la que hace que no saquemos conclusiones precipitadas y entendamos mejor las motivaciones que hay detrás de los actos de los demás.
En algún momento, Álvaro, entenderás lo importante que ha sido esta publicación. Somos humanos. Gracias.
Un abrazo
¡Hola Elisa! Tus palabras me hacen pensar mucho. Me alegra saber que esta carta te ha llegado en el momento acertado :)
Ojalá que así sea.
Coincido al 100% en todos ejemplos que comentas. Sé que no es el caso de esta newsletter, pero mientras la leía pensaba que es curioso cómo hay personas que justamente hacen lo contrario: juzgarse a sí mismos por los errores de otros. Y sin embargo están los que siempre culpan al prójimo, como tu bien dices, de sus propios errores y problemas. ¡Qué difícil encontrar ese equilibrio!
¡Hola Laura!
Qué interesante tu reflexión. Creo que es difícil encontrar ese equilibrio por uno de los motivos que comentaba, el de la información limitada. La mayoría de lo que decidimos y creemos se basa es información limitada. Pensamos y actuamos de una determinada manera porque es lo que nos parece bien según lo que sabemos.
Por eso es difícil encontrar el equilibrio, porque nunca sabemos bien por qué la gente hace lo que hace o si en realidad era culpa nuestra. En el caso del paso de peatones y el STOP, puede ser que yo sea bajito y no sea consciente de que los demás no me están bien entre los coches que hay aparcados, por eso no me ve el conductor. El error es mío y no soy consciente.
Es realmente difícil, por eso mismo hay creo que deberíamos ser prudentes al hablar de los demás. Lo veo como tú.
Exacto! Además, luego entra la historia de cada uno, la tendencia siempre al victimismo o la autoflagelación. En resumen, ¡la complejidad del ser humano!
Qué bueno está esto. Siento que pasa más bajo coraje o emociones fuertes. Quizás es como un reflejo innato para protegernos (yo = bueno, tú = malo). Pero sím qué fácil brincamos a conclusiones que desconocemos.
¡Hola Álex!
Es buena observación la que dices. En cierto modo puede deberse a ello. Aunque creo que el motivo principal es desconocer el entorno. Cuando no entiendes por qué la gente hace algo, es más fácil decir que es mala persona que reflexionar y observar posibles causas del entorno. Lo que está claro es que nuestro cerebro necesita entender lo que sucede y si no encuentra motivos, se los inventa con excusas como "es malo" o "es imprudente".
Tenemos tiempo para juzgar tranquilamente?
Bien preguntado, Salvador. Es realmente difícil no hacer conclusiones precipitadas. La mayoría de lo que creemos son creencias para salir del paso, en realidad casi nada está fundamentado de forma objetiva, pero así es la vida. Como mucho, ser conscientes de esto y no juzgar tan apresuradamente al resto.
Gracias. Trataré de ser consciente de ello (tengo una empatía media).
¡Muy bueno! Gracias ✨
Gracias a ti por estar al otro lado y abrir las cartas con tantas ganas ✨.