Somos lo que recordamos que fuimos
Nuestras memorias determinan nuestro presente y futuro
🏷️ Categorías: Memoria.
No somos lo que hemos vivido, sino lo que recordamos haber vivido.
La memoria no es más que el fino hilo que une fragmentos de nuestra historia. No siempre es fiel, nunca es completa, pero sí es capaz de definir quiénes somos. Sin ella, no somos nada, absolutamente nada. Pese a todo, la memoria es caprichosa, en ella solo quedan fugaces momentos vividos, es como si tratásemos de agarrar arena con nuestras manos; la mayoría de la arena se escaparía entre nuestros dedos…
Somos los pedazos de una gran historia.
Eres lo que recuerdas
En psicología, la memoria autobiográfica es la que define tu identidad, y es una mezcla de experiencias personales, sucesos, lugares y conocimientos.
Pero tiene un problema: la memoria es muy maleable.
Tu identidad se basa en una historia que reconstruyes todo el tiempo, dándole nuevos significados a recuerdos pasados y buscando la lógica entre los sucesos, a menudo inconscientemente (Conway & Pleydell-Pearce, 2000). Si te consideras resiliente, por ejemplo, recordarás mejor los momentos de superación, mientras que minimizarás los recuerdos de vulnerabilidad (McAdams, 2001). Ese es un caso típico de maleabilidad.
“¿Quién soy?”
“¿Por qué actúo así?”
“¿Cómo he llegado a ser quien soy?”
“¿Qué rasgos me definen?”
Todo eso lo respondes a partir de la historia que vas construyendo con tus recuerdos.
Imagina recordar una discusión con un amigo de hace años. Si ahora la relación es buena, percibirás el evento de forma muy diferente a si la relación se terminó mal. En un caso no le darás importancia y pensarás que todos las relaciones tienen roces, en el otro, pensarás que la persona nunca te trató bien y que elegiste mal a tus amigos.
Un mismo recuerdo, dos formas de percibir el pasado.
Nos hemos acostumbrado a pensar en la memoria como una cámara que captura cada detalle, cuando en realidad es un artista que trata de pintar muchas veces el mismo paisaje, aunque nunca obtendrá el mismo resultado.
Así funciona el cerebro.
Lo que recuerdas influirá en lo que aprenderás
Piensa en la memoria como una red en constante expansión.
A más te guste o importante sea algo en tu vida, más esfuerzo pondrás en entenderlo, y eso facilita recordar y añadir nueva información relacionada. Así, cada aprendizaje se va integrando en una red de conocimientos más y más densa, lo que hace que puedas mantener estable la memoria (Østby y Østby, 2018; Conway et al., 2004).
A más te guste un tema, más fácilmente lo recordarás.
A más te importe un tema, más fácilmente lo recordarás
A más sepas de un tema, más fácilmente lo recordarás.
Percibir el mundo y prestar atención al mundo son dos cosas muy distintas.
Pese a todo, solo un pequeño resto queda en la memoria, la mayor parte de lo vivido se perderá y eso tiene un impacto enorme al largo plazo.
Los recuerdos, rara vez flotan en tu mente como barcos a la deriva, se conectan a una red. Cuando sucede la poda neuronal, el cerebro mantiene las redes principales que has construido y les da cada vez más protagonismo en tu memoria, mientras que los recuerdos aislados caen en el olvido, como barcos a la deriva que caen hundidos.
Así es cómo vas podando tu memoria, seleccionando sin darte cuenta aquellas ramas de tu árbol que más importante han sido a lo largo del tiempo.
¿Por qué recuerdas claramente una profesora de tu infancia y no así al resto?
¿Por qué recuerdas cómo sumar y no así otras fórmulas que estudiaste?
¿Por qué recuerdas la discusión con tu pareja y no lo que le dijiste al vecino cuando le saludaste?
El destino de un recuerdo depende de la importancia que le das y la frecuencia en que lo recuerdes. La repetición espaciada del recuerdo garantizará que no lo olvides y si el recuerdo te define o te afectó personalmente, aún mejor lo recordarás. A más vinculado esté a tus esperanzas, creencias y metas, menos lo olvidarás. Por eso jamás podrás olvidar los mejores momentos que has pasado con tus seres queridos.
Sabes tanto de la persona que amas que podrías dar clases intensivas de su vida.
Lo que recuerdas influirá en lo que imaginarás
Nuestras expectativas sobre el futuro se alimentan de lo que ya ha pasado.
Cuando imaginas un evento o unas vacaciones futuras, tus recuerdos se convierten en la base para crear escenarios posibles. De hecho, el cerebro usa circuitos neuronales similares tanto para recordar como para imaginar (Østby & Østby, 2018).
Si tuviste éxito en situaciones similares, proyectarás optimismo hacia el futuro.
Si te fue muy mal en un viaje, tendrás un malestar anticipado antes de viajar.
Estás usando el pasado para imaginar tu futuro, estás lanzando predicciones.
Cada uno de nuestros recuerdos es una mezcla de realidad y ficción. La historia central se basa en hechos verdaderos, pero la reconstruimos cada vez que la evocamos (Schacter, 1999). Llenamos los vacíos de una historia incompleta con detalles probables que seleccionamos de manera inconsciente y terminamos encontrado fragmentos que encajan en nuestra historia.
La memoria es como toda nuestra biología, algo vivo y cambiante.
✍️ Te toca a ti: ¿Qué recuerdos han definido la persona que eres hoy? Hay algunos profesores, algunos amigos y ciertas frases que jamás podré olvidar…
💭 Cita del día: «Lo que antes había parecido superficial y tedioso, ahora asomaba en la memoria como un paraíso.» Peter Benchle, Jaws.
¡Nos vemos en la próxima, cuídate mucho! 👋
Referencias 📚
Conway, M. A., & Pleydell-Pearce, C. W. (2000). The construction of autobiographical memories in the self-memory system. Psychological Review, 107(2), 261-288. https://doi.org/10.1037/0033-295x.107.2.261
Conway, M. A., Singer, J. A., & Tagini, A. (2004). The Self and Autobiographical Memory: Correspondence and Coherence. Social Cognition, 22(5), 491-529. https://doi.org/10.1521/soco.22.5.491.50768
McAdams, D. P. (2001). The Psychology of Life Stories. Review Of General Psychology, 5(2), 100-122. https://doi.org/10.1037/1089-2680.5.2.100
Østby, H., & Østby, Y. (2018). Adventures in Memory: The Science and Secrets of Remembering and Forgetting. Greystone Books Ltd.
Schacter, D. L. (1999). The seven sins of memory: Insights from psychology and cognitive neuroscience. American Psychologist, 54(3), 182-203. https://doi.org/10.1037/0003-066x.54.3.182
"No somos lo que hemos vivido, sino lo que recordamos haber vivido".
Álvaro, una vez siempre acertado y haciéndonos pensar... gran verdad en esto. No hay más que hablar con dos hermanos, me pasa con el mío. Recordamos infancias diferentes en el mismo hogar.
Este es un tema que me apasiona y sobre el que también he escrito al respecto. En aquel artículo le di una vuelta de tuerca, porque somos lo que recordamos... aunque también lo que los demás recuerdan de nosotros. ¿Qué pasaría si tuviéramos una enfermedad neurodegenerativa? Aquí hablo de un estudio en el que se comparaban tres: alzheimer, ELA y FTD (demencia frontotemporal). Es devastador. https://beatrizlizana.substack.com/p/somos-lo-que-recordamos