Las pequeñas cosas y sus grandes implicaciones
La paradoja del inventor: A problemas pequeños, soluciones enormes
🏷️ Categorías: Modelos mentales, Mejora continua, Historia.
Londres, mediados del siglo XIX.
Las calles están abarrotadas.
Carros, caballos y peatones compiten por el espacio en una ciudad que crece a un ritmo vertiginoso. Cada día, miles de trabajadores llegan en trenes a estaciones periféricas y saturan las vías urbanas para llegar al centro. Había que buscar una solución y para muchas personas era construir más carreteras y líneas de tren.
Para muchas personas, no para todas.
Charles Pearson, abogado y reformista social, se planteó el problema a otra escala.
La pregunta no era “¿Cómo eliminamos los atascos?”, la pregunta que Charles Pearson creía que realmente había que hacerse era “¿Cómo diseñamos un buen sistema de movilidad urbana?” El verdadero desafío era conectar eficientemente los suburbios con el corazón de la ciudad, permitiendo que los trabajadores pudieran ir y venir de forma sencilla para evitar la sobrepoblación y atascos del centro urbano.
Fíjate en la diferencia de enfoque:
Para la mayoría, la solución era muy concreta: más líneas de tren y ensanchar las calles.
Para Charles, la solución era a gran escala: rediseñar la red de transporte urbano.
En 1845, propuso la idea de un ferrocarril subterráneo que uniera las estaciones periféricas con el centro. Al principio la propuesta fue ignorada y se probó con las soluciones que la mayoría decía, pero todo fue un fracaso. Al final, en 1854, se aprobó la construcción de la primera línea del Metropolitan Railway (Wolmar, 2005).
El primer ferrocarril subterráneo del mundo.
El tiempo le dio la razón a Charles y su visión a gran escala.
La paradoja del inventor
Charles fue un visionario al ver el problema a una escala más amplia.
La falta de una buena red de transportes era el problema, no los atascos. Eso era solo una manifestación del problema. Buscar soluciones para los atascos era poner un parche en una hemorragia; el problema volvería y se agravaría conforme Londres creciese más y más. Era una solución a cortoplacista que quedaría obsoleta.
Eso es lo que se conoce como la paradoja del inventor (Pólya, 1971).
A veces, para resolver un problema pequeño, hay que buscar una solución a gran escala que solucione ese problema y prevenga la aparición de muchos otros.
Cuando nos centramos en resolver un problema muy específico, estamos ignorando el contexto general. Si abordáramos el problema a gran escala, encontraríamos mejores soluciones y podríamos incluso remontarnos a las causas originales. El atasco era solo una manifestación del problema real: un sistema de transporte anticuado.
Esto sucede en infinidad de áreas en nuestra vida:
El problema no es cómo prepararse para un examen con poco tiempo. El problema real es cómo adoptar hábitos de estudio que te salven de estudiar bajo presión a última hora en el futuro.
El problema no es cómo salir del bloqueo creativo que esta semana te impide escribir. El problema real es establecer una rutina de escritura constante que te permita generar ideas y avanzar en tu proyecto a largo plazo.
El problema no es cómo perder peso antes del verano. El problema real es cómo cambiar tus hábitos de alimentación y ejercicio para tener una mayor calidad y esperanza de vida.
Al ver la vida con lupa, pierdes por completo la perspectiva del mundo.
Piensa de forma antifrágil
Las soluciones a corto plazo sabotean tu progreso a largo plazo.
En lugar de anticiparnos a los acontecimientos, solemos buscar soluciones cuando todo está a punto de colapsar, o peor aún, cuando ya todo ha colapsado. Es como una herida; el analgésico eliminará temporalmente el dolor, pero la herida debe ser curada y hemos de aprender de la experiencia para prevenir futuras heridas similares.
El concepto de antifrágil de Nassim Talem nos sirve en estas situaciones (Taleb, 2014).
Antifrágil es aquello que mejora con el caos, la incertidumbre y el desorden.
Opta por soluciones antifrágiles.
Mira lo que me pasó hace unos años y verás por qué hay que pensar así…
Cuando comencé a estudiar de forma autodidacta, solo leía libros, pero pronto olvidaba casi todo lo que leía; era una pérdida de tiempo. Entonces empecé a subrayar lo que leía, pero vi que encontrar información entre tantas páginas no era práctico. Entonces probé hacer esquemas en una libreta, pero cuando había leído unos 50 libros, la cantidad de notas y esquemas se volvió abrumadora.
¿El problema?
Soluciones frágiles.
¿La solución?
A más contenido añado, más se refuerzan las ideas entre sí, la cantidad no lo empeora, sino que lo mejora. Es un sistema aprueba del caos.
Así es cómo puedes adoptar la mentalidad antifrágil en tus decisiones:
Identifica el problema y amplia tu visión: Si estás estudiando por tu cuenta, no hagas como me pasó a mí. La pregunta no era “¿Cómo recordar mejor?”, en realidad era, “¿Cómo hago un sistema efectivo para estudiar a largo plazo?” Siempre trata de remontarte a las causas originales de ese problema.
¿Qué está generando realmente este problema?
¿Es el problema una consecuencia de algo más grande?
Hazlo antifrágil: A más adaptable sea la solución, más rápido superarás los obstáculos. Una buena forma de encontrar soluciones antifrágiles es observando el efecto Lindy. A más tiempo ha durado algo, más probable es que sea fiable.
¿Funcionará bien en 5 días? ¿Y en 5 meses? ¿Y en 5 años?
¿Funcionará bien con 5 libros? ¿Y con 50 libros? ¿Y con 500? (Ese fue mi error).
¿Qué garantiza que esta solución siga funcionando? ¿De qué depende?
Si te fijas, al corto plazo, todas las soluciones parecen igual de válidas, pero al largo plazo todo tiende a complicarse cada vez más y el futuro se vuelve incierto. Todo vale al corto plazo, pero no cuando tengas 5000 libros leídos.
Piénsalo en otros ámbitos de la vida.
En este mundo cambiante e impredecible, tener asegurado el futuro es crucial.
Se antifrágil.
✍️ Te toca a ti: ¿Te ha pasado que para solucionar un problema diario has tenido que recurrir a una solución más amplia? Así llegué al Zettelkasten, a base de tropezarme una y otra vez.
💭 Cita del día: ″Cuantas más personas buscan soluciones rápidas y se centran en los problemas agudos y el dolor, más contribuye ese mismo enfoque a la enfermedad crónica subyacente.″ Stephen R. Covey.
¡Nos vemos en la próxima! 👋
Referencias 📚
Pólya, G. (1971). How to Solve it: A New Aspect of Mathematical Method.
Taleb, N. N. (2014). Antifrágil: Las cosas que se benefician del desorden.
Wolmar, C. (2005). The subterranean railway: How the London Underground was Built and how it Changed the City Forever. Atlantic.
Grande como siempre leerte, todo útil y aplicable