El desprecio por lo material es muy antiguo. Siempre ha habido una pulsión asceta en las reflexiones de todos los tiempos acerca de la futilidad de las riquezas. Sin embargo, esta exhortación que haces a "vivir experiencias" también tiene un lado oscuro: tras acumular cosas, hoy existe esa otra ansiedad sustitutiva que el capitalismo/consumismo ha sabido aprovechar para vender experiencias (en una visita turística masificada, en un spa con vinoterapia, en masaje a cuatro manos... o en pegarse un viaje accediendo a alguna sustancia...). No todas las experiencias exacerban nuestro consumismo, desde luego, y no defiendo una nueva ascesis, pero matizaría que no hay que obsesionarse por experimentar para ser feliz, y en su lugar aprender a apreciar la felicidad en las experiencias y cosas sencillas. Gracias por tu reflexión.
Gracias por tu comentario. La argumentación que hice se enfocaba en explicar el motivo por el que la satisfacción que sentimos al obtener cosas nuevas es efímera y por qué es más plena cuando proviene de experiencias. Sin embargo, el otro extremo es el que mencionas y es cierto. Se puede caer en el FOMO, la ansiedad por estar perdiendo experiencias gratas. ¡Buena aportación!
Woaaao no tenía ni idea de estos conceptos observados desde la Psicología pero sí que me hacen sentido al comprender que cada vez que traigo a mi mente los recuerdos de esas experiencias vividas, vuelvo a sentir la misma satisfacción, como si lo estuviese viviendo otra vez. Gracias por este recordatorio!!
¡Me alegra saber que el artículo resonó contigo! Sin duda las experiencias que vivimos, todos los momentos compartidos van a ser lo único de lo que nos acordaremos por mucho tiempo. Son los que nos provocan los sentimientos más duraderos de felicidad.
El desprecio por lo material es muy antiguo. Siempre ha habido una pulsión asceta en las reflexiones de todos los tiempos acerca de la futilidad de las riquezas. Sin embargo, esta exhortación que haces a "vivir experiencias" también tiene un lado oscuro: tras acumular cosas, hoy existe esa otra ansiedad sustitutiva que el capitalismo/consumismo ha sabido aprovechar para vender experiencias (en una visita turística masificada, en un spa con vinoterapia, en masaje a cuatro manos... o en pegarse un viaje accediendo a alguna sustancia...). No todas las experiencias exacerban nuestro consumismo, desde luego, y no defiendo una nueva ascesis, pero matizaría que no hay que obsesionarse por experimentar para ser feliz, y en su lugar aprender a apreciar la felicidad en las experiencias y cosas sencillas. Gracias por tu reflexión.
Gracias por tu comentario. La argumentación que hice se enfocaba en explicar el motivo por el que la satisfacción que sentimos al obtener cosas nuevas es efímera y por qué es más plena cuando proviene de experiencias. Sin embargo, el otro extremo es el que mencionas y es cierto. Se puede caer en el FOMO, la ansiedad por estar perdiendo experiencias gratas. ¡Buena aportación!
Pero me temo que muchos jóvenes no lo ven así, hasta que se hacen más mayores...
Otros, en cambio, quieren vivir una vida más plena en el campo, o alejados del consumo...
Estamos en un mundo que se evalúa por objetos...
Woaaao no tenía ni idea de estos conceptos observados desde la Psicología pero sí que me hacen sentido al comprender que cada vez que traigo a mi mente los recuerdos de esas experiencias vividas, vuelvo a sentir la misma satisfacción, como si lo estuviese viviendo otra vez. Gracias por este recordatorio!!
¡Me alegra saber que el artículo resonó contigo! Sin duda las experiencias que vivimos, todos los momentos compartidos van a ser lo único de lo que nos acordaremos por mucho tiempo. Son los que nos provocan los sentimientos más duraderos de felicidad.
Sí a todo! Gracias por traerlo y recordarlo 👏🏼👏🏼
Totalemente alineada con estas ideas ☺️