5 técnicas para retener más cada libro que lees
Técnicas psicológicas para potenciar tu memoria
🏷️ Categorías: Memoria, Aprendizaje, Literatura.
Leer hace en tu cerebro lo mismo que las actualizaciones hacen en un software.
La lectura te otorga nuevas ideas, habilidades y modelos mentales más afinados para entender la realidad. Leer es mejorar tu visión del pasado y mejorar tu construcción del futuro. Sin embargo, como decía Nassim Taleb, “un buen libro mejora en la segunda lectura. Un gran libro en la tercera”. Lo que importa es cuánto retienes.
La retención efectiva es crucial para maximizar el valor del conocimiento.
Veamos 5 maneras de no desperdiciar estos tesoros que encontramos entre líneas.
1. Técnica de Feynman
Si no lo puedes explicar con tus palabras es que no lo has entendido (Feynman, 2014).
Así de simple.
El premio Nóbel de Física Richard Feynman decía que la mejor forma de aprender es enseñar. Escribe en una hoja el nombre del libro y comienza a escribir con tus propias palabras los conceptos más importantes. Puedes hacerlo en forma de esquema si prefieres. Tras escribir tu resumen con ideas clave, compáralo con el libro. Si detectas que en tu resumen hay vacíos de información clave, relee y trata de comprender mejor esas partes que faltaron en tu resumen.
Sigue escribiendo y releyendo las partes en las que falles hasta que comprendas todo y tengas seguridad sobre lo que has explicado en tu resumen.
Esta técnica revela vacíos en tu memoria y te hará a verdaderamente comprender aquello que lees (Brown et al., 2014).
2. Toma notas y aprovéchalas
Quienes leen 10 páginas y luego anotan las ideas recuerdan un 50% más de lo leído a largo plazo que quienes leen 10 páginas cuatro veces seguidas e intentan recordarlas (Coyle, 2012). Tomar notas mientras lees es crucial para memorizar (Kiewra, 2005), pero puedes sacarle aún más rendimiento, anota de manera que sea fácil buscar luego las ideas.
No tienes que usar algo complejo, usa una aplicación o hazlo de forma física.
Si quieres mi opinión sincera, pienso que lo mejor es haciendo un Zettelkasten, aunque puedes experimentar otras formas y ver lo que mejor te funciona. Lo único que importa es anotar mientras lees, que sea fácil de buscar más tarde y que reflexiones sobre cada idea para relacionarla con ideas previas.
3. Usa la repetición espaciada
La mayor parte de la información se olvida al poco de haberla aprendido, pero el ritmo al que olvidamos se reduce progresivamente con el tiempo (Ebbinghaus, 2013).
Ese fenómeno se conoce como curva del olvido y tiene fácil solución: La repetición espaciada. Debes activar el recuerdo cuando comience a desvanecerse de tu memoria la información. Repetir el proceso hace que se refuercen las conexiones neuronales que mantienen el recuerdo.
Cada nuevo repaso hace que olvides más lentamente la información.
Para aprovechar esta técnica me gusta acudir lecturas previas y leer todas las anotaciones que hice sobre el libro, luego dejo anotada la fecha del repaso. Así siempre tengo claro cuando volver a repasarlo.
4. Pon el libro en contexto
A menos lees, más daño te hace lo que lees.
Tomás de Aquino decía “Temo a quien solo ha leído 1 libro”. ¿Qué tan amplio puede ser tu conocimiento y perspectiva si solo leíste 1 libro sobre un tema? Pon ese libro en contexto leyendo obras relacionadas, y si son de posturas enfrentadas, mejor. Necesitas poner las ideas en proporción a otras y huir del sesgo de confirmación.
Tu experiencia personal representa con suerte el 0,00000001% de lo que ha ocurrido en el mundo, pero quizá el 80% de cómo crees que funciona el mundo (Housel, 2022).
Reflexiona sobre las ideas nuevas y busca conexiones con las antiguas para potenciar tu memoria y ampliar tu perspectiva (Schroeder et al., 2017).
El conocimiento debería formar una red y no ser elementos aislados.
5. Ponlo en práctica
Una forma muy fácil de recordar es practicando (Pastötter & Bäuml, 2014).
Pon tus ideas a prueba, aprende de tu propia experiencia y termina de completar el punto de vista teórico que tenías. Leer un libro que sabes que puedes aplicar es un incentivo muy poderoso si se relaciona con tus intereses. Por ejemplo, si escribes, tienes un incentivo para leer sobre cómo escribir e informarte sobre la vida de grandes escritores, como me ha sucedido a mi con Isaac Asimov o Dr. Seuss.
Esa es la diferencia entre el aprendizaje pasivo y el activo (Sterner, 2012).
Ya se, no puedes poner en práctica un libro de astrofísica, pero si puedes, no te conformes con acumular conocimiento. Pon tus ideas a prueba, observa el resultado y aprende de forma empírica. A veces, notarás un cambio drástico en tu vida, otras veces la experiencia te hará ver que esa idea no era realmente buena.
Aprende de la experiencia como lo hace un científico.
✍️ Te toca a ti: ¿Qué técnicas usas tú? ¿Usas alguna que no esté aquí?
💭 Cita del día: “Todo lo que encontraba en los libros que me gustaba lo conservaba en mi memoria, consciente o inconscientemente, y lo adaptaba.” Helen Keller, The Story of My Life.
¡Nos vemos prontito, me voy a leer! 👋
Referencias 📚
Brown, P. C., Roediger, H. L., III, & McDaniel, M. A. (2014). Make it stick: The Science of Successful Learning. Harvard University Press.
Coyle, D. (2012). The Little Book of Talent. Random House.
Ebbinghaus, H. (2013). Memory: a contribution to experimental psychology. Annals of Neurosciences, 20(4), 155-156. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4117135/
Feynman, R. P. (2014). Surely you’re joking Mr Feynman: Adventures of a Curious Character. Random House.
Housel, M. (2022, 7 diciembre). Ideas that changed my life. Collab Fund. https://collabfund.com/blog/ideas-that-changed-my-life/
Kiewra, K. A. (2005). Learn how to Study and SOAR to Success. Prentice Hall.
Pastötter, B., & Bäuml, K. T. (2014). Retrieval practice enhances new learning: the forward effect of testing. Frontiers In Psychology, 5. https://doi.org/10.3389/fpsyg.2014.00286
Schroeder, N. L., Nesbit, J. C., Anguiano, C. J., & Adesope, O. O. (2017). Studying and Constructing Concept Maps: a Meta-Analysis. Educational Psychology Review, 30(2), 431-455. https://doi.org/10.1007/s10648-017-9403-9
Sterner, T. M. (2012). The practicing mind: Developing Focus and Discipline in Your Life : Master Any Skill Or Challenge by Learning to Love the Process. New World Library.
Taleb, N. N. (2012). Antifragile: Things That Gain from Disorder. Random House.
Yo me he inventado una regla 🙈
La regla del 5, 3, 1. Cada vez que termino de leer, reflexiono sobre las 5 cosas que me llamaron la atención y quiero recordar.
Al día siguiente, cuando vuelvo a leer, reflexiono sobre las 5 cosas del día y trato de recordar 3 del día anterior.
Al tercer día, hago lo mismo, pero esta vez intento recordar 1 cosa del primer día.
Lo repito continuamente cada 3 días leyendo, conectando ideas, porque así recuerdo más fácilmente desde lo que ya conozco.
Obviamente no recuerdo todo cuando acabo el libro, pero este método me ha ayudado muchísimo a retener y recordar más fácilmente mucho de lo que esperaba.
Por si alguien lo quiere probar 💚
Un libro que no vale la pena leer dos veces
tampoco vale la pena leerlo una sola vez.
Quizá es más importante releer que leer.
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