La manía de etiquetar a la gente
El experimento de Robber's Cave y las lecciones sobre la conducta humana
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El ser humano es un ser social y buscar sentirse integrado en grupos sociales.
El experimento de Robber’s Cave confirma nuestro instinto más natural. Cuando estamos solos manifestamos con timidez nuestra personalidad, pero cuando estamos en un grupo con el que nos sentimos identificados nuestra personalidad se potencia, y se potencia más aún si enfrente hay un grupo diferente al nuestro.
Somos así, el ser humano necesita etiquetar todo, incluso a las personas en grupos.
El experimento de Robber’s Cave demuestra por qué el ser humano discrimina, prejuzga y necesita entrar tribus en las que sentirse aceptado.
¿Qué fue el experimento de Robber’s Cave?
Es probablemente el experimento más importante de psicología social.
En 1954 el psicólogo Muzafer Sherif diseñó un experimento para analizar cómo los conflictos entre grupos pueden surgir y cómo se pueden resolver. Aunque el experimento se llevó a cabo hace más de medio siglo, sus hallazgos son atemporales y los podemos ver cada día en nuestras vidas.
El experimento se llevó a cabo en un campamento de verano en Oklahoma, EE.UU. Los psicólogos seleccionaron a 22 niños de 11 y 12 años, todos de entornos similares, físicamente parecidos y sin conocerse entre ellos. Luego los dividieron en dos grupos. A lo largo del estudio, ambos grupos desarrollaron su cultura, se enfrentaron en conflictos y sorprendentemente, lograron no matarse con palos y piedras.
Fases del experimento
Fase 1: Creación de grupos. En la primera fase, cada grupo de niños pasó tiempo juntos realizando actividades que fomentaban la cohesión del grupo, como ir juntos a nadar, hacer senderismo y crear su propio campamento. Un grupo se llamó “Las Águilas” y el otro “Las Serpientes”. Al poco tiempo, cada grupo desarrolló sus propias normas sociales, una cultura propia y una jerarquía interna.
Fase 2: Conflictos entre grupos. Aquí los dos grupos se relacionan por primera vez y se enfrentaron en competiciones deportivas. Estas competiciones consistieron en jugar al béisbol, fútbol, tirar de la cuerda y otras. Los ganadores obtendrían trofeos y medallas. No había recompensas para los perdedores.
Las Serpientes, que generaron una fuerte confianza de grupo, comenzaron a marcar su territorio poniendo banderas de su grupo en el campamento y en el campo de béisbol. Además, comenzaron a molestar y meterse con las Águilas.
Se desató la guerra.
Después de uno de los partidos de béisbol que se celebraron, las Águilas quemaron la bandera de las Serpientes.
Al día siguiente, cuando las Águilas dejaron el campamento sin guardia, las Serpientes asaltaron su cabaña: volcaron sus camas, lo desordenaron todo y robaron pertenencias.
El conflicto escaló desde guerrilla hasta lucha directa a puñetazos, por lo que los psicólogos tuvieron que intervenir con urgencia.
Fase 3: Resolución de conflictos y cooperación. En la última fase, los investigadores pidieron a ambos grupos que describiesen al grupo opuesto y al propio mediante un cuestionario. Ambos grupos dieron juicios muy negativos del grupo contrario al mismo tiempo que admiraban con alta estima su propio grupo.
Para reducir la hostilidad, se introdujeron tareas complejas que requerían la cooperación del otro grupo para ser completadas. Una de ellas consistió en arreglar el depósito del agua, que se había atorado.
Otra de las tareas consistió en sacar de un bache de barro la camioneta con la que traían la comida al campamento los investigadores.
La competición por recursos fomentó la violencia, la cooperación por metas comunes, la paz. Los chicos terminaron el campamento juntos, dejando de ser enemigos para convertirse en aliados.
Implicaciones del experimento
Generación de hostilidad
La hostilidad entre grupos humanos puede surgir rápidamente cuando están los recursos en juego. Este comportamiento también se ha observado en primates y chimpancés. En situación de incertidumbre, nos adscribimos fácilmente a un grupo.
Resolución de conflictos y el efecto del enemigo común
Afortunadamente, este segundo hallazgo es más esperanzador.
La hostilidad entre grupos se esfuma cuando surgen objetivos que requieren la cooperación de varios. Es decir, somos capaces de identificar metas que nos benefician a largo plazo y dejamos la hostilidad de lado para avanzar juntos, aunque luego puedan volver las hostilidades cuando consigan la meta.
En el experimento se ve claramente cuando está en riesgo el suministro de agua o de alimento. Los chicos vs el depósito atorado de agua, los chicos vs la camioneta hundida en el barro.
Hay un enemigo común y la unión hace la fuerza.
Mi visión del asunto
El problema no es la existencia de grupos, sino la falta de objetivos comunes.
Cuando permitimos que las diferencias nos dividan, perdemos de vista lo que realmente importa: nuestro bienestar grupal. Es demasiado fácil caer en la trampa de la polarización, ya sea en política, en nuestras comunidades o en las redes sociales. Solemos acabar etiquetando a "los otros" y defendiendo a “los nuestros” como si de una guerra se tratase en lugar de una negociación de intereses comunes.
En la vida, al igual que en el experimento de Robber’s Cave, el éxito no está en la fase 2, cuando derrotas al otro, sino en la fase 3, cuando progresas con el otro.
Todos trabajamos para todos. No podemos prescindir de nadie.
Aldous Huxley, Brave New World
¡Nos vemos pronto! ¡Un abrazo! 👋
Referencias 📚
University of Oklahoma. Institute of Group Relations, & Sherif, M. (1961). Intergroup conflict and cooperation: The Robbers Cave experiment (Vol. 10, pp. 150-198). Norman, OK: University Book Exchange.
En realidad, no creo que haya un momento competitivo y después un momento colaborativo, sino que ambas facetas se dan simultáneamente en mayor o menor intensidad y de forma mucho más compleja. No se habrían formado los grupos sin haber actitud cooperativa primordial entre individuos. Y dentro de esos mismos grupos, estoy convencido de que habría competición, jerarquía y estatus. El objetivo común de todos al final pudo estimular una dimensión colaborativa, pero incluso la competencia jugaría un papel relevante en la resolución del problema colectivo. Al final estamos hechos de una mezcla de genes que compartimos con chimpancés y bonobos, halcones y palomas. (https://jajugon.substack.com/p/competir-o-cooperar)
Véase la pandemia de covid. Cuando hay una amenaza y objetivo común nos ponemos las pilas pero bien..