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El ser humano es un animal de costumbres.
Tenemos la tendencia de usar herramientas y habilidades que son familiares incluso cuando sabemos que hay otras opciones serían más efectivas. Eso se llama “La ley del martillo” y se popularizó cuando Abraham Maslow en 1966 afirmó: "Si la única herramienta que tienes es un martillo, es tentador tratar todo como si fuera un clavo".
Vamos a ver hoy qué tan abierta tienes tu mente a experimentar.
Quizás estés talando árboles con cuchillo porque eso de las hachas no va contigo, dicen por ahí que van bien para talar, pero no te fías y sigues con tu fiel cuchillo.
Te entiendo, ¿cómo va a haber algo que corte árboles mejor que un cuchillo?
La mente humana busca la comodidad
¿Qué es más cómodo, usar lo que siempre funciona o aprender algo nuevo que quizá funcione mejor?
Por hacer menos esfuerzo mental, tendemos a preferir lo conocido. Esto lo llamaba “sistema 1” el psicólogo Daniel Kahneman, (2012). Tenemos tendencia a pensar rápido, buscamos atajos mentales para no reflexionar mucho y salir del problema. En oposición está el sistema 2, que sería la mente racional, sentarse y valorar todas las opciones para luego decidir de forma objetiva.
El ser humano no suele ir de eso.
Lo peor es que nuestra elección favorita se retroalimenta porque vemos que hemos tenido “éxito” usándola. Por ende, aún menos motivos tenemos para cambiar.
Así es como se termina talando árboles con un cuchillo.
Corta el pan.
Corta incluso ramas.
Cortemos un tronco 🤦♂️🌳.
Ejemplos típicos
Medicina: Un médico prescribe medicamentos que conoce bien en lugar de investigar nuevos tratamientos, incluso si estos podrían ser más efectivos. Hay quienes no se actualizan a los nuevos avances.
Educación: Un profesor puede utilizar los mismos métodos de enseñanza año tras año, sin considerar nuevas técnicas que podrían beneficiar a sus estudiantes.
Tecnología: Un programador insiste en usar un lenguaje de programación sin evaluar si es la mejor opción porque es con el que más cómodo trabaja.
Usar martillos para cortar y cuchillos para golpear
Quien usa mal sus herramientas está jugando en desventaja.
Por esto es importante salir de la zona de confort. Esta curiosidad por aprender me llevó al método Zettelkasten, los que me sigáis de cerca sabréis de lo que hablo. Eso ha sido un gran descubrimiento en mi vida.
Hoy gastarás tiempo en aprender nuevas habilidades, el resto de tu vida ahorrarás tiempo por saber esas habilidades.
Cómo elegir la herramienta adecuada
1. Cómprate una caja de herramientas
Es decir, no temas experimentar y aprender nuevas habilidades.
Te contaré una anécdota: Un amigo mío me decía que estaba harto de tener siempre la bandeja del email llena de correos. Él no es una persona muy tecnológica, así que le pregunté si tenía filtros o varias bandejas de entrada. Esta fue su respuesta.
— ¿Eh? ¿Qué es eso?
(Caso claro de cortar árboles con un cuchillo).
Un día quedamos y le hice un cribado de correos con etiquetas para diferenciar mensajes y varias bandejas de entrada. Ahora sabe qué correos son del trabajo, personales, redes sociales, alertas de compras, etc. Todo automático.
Tarda la mitad en hacer lo que antes hacía.
La tecnología está para ayudarnos, aprovechémosla.
Si quieres saber más sobre el tema, en este texto explico de forma clara cómo uso mis herramientas del día a día para hacer mi vida más fácil y ahorrar mucho tiempo.
¿Y cómo aprendí yo todo eso?
Simple, preguntándome cómo podría hacer lo que ahora hago de forma más fácil.
2. Decide tu herramienta
Vale, ya hemos comprado un hacha y hemos visto que sirve para talar. Es hora de saber escoger el hacha y el resto de nuevas herramientas en el momento adecuado.
Nos basaremos en la metodología de Praveen (2019).
Identificar: ¿Cuál es el problema? Por ejemplo, si estás teniendo dificultades en tus estudios, identifica el origen del problema. ¿Es difícil la materia, no tienes tiempo, te falta concentración? Si es que te faltaba tiempo, debemos ahora trabajar en ver cómo tener más tiempo.
Investigar: ¿Qué sabes sobre hábitos de estudio? ¿Tardas mucho por tu método de estudio? ¿Usas una herramienta adecuada? ¿Te va mejor a lápiz o PC?
Planear: Cuando esté claro lo que falla y por qué falla, elige la herramienta para solucionarlo. Si no la tienes, vuelve al punto inicial “compra la herramienta”, aprende y ten curiosidad; como mi amigo con el correo electrónico.
Observar: Comprueba qué tan bien va tu progreso tras elegir la herramienta. Si tu problema era el tiempo de estudio, ¿estudias más rápido ahora? ¿tienes mejores calificaciones? Así te aseguras de no caer en la tentación de decir “pues estaba mejor antes”. Ahora sabes de verdad si has mejorado o no.
💭 Te toca a ti: ¿Alguna vez te has dado cuenta de que estabas cortando árboles con un cuchillo y tú pensabas que sabías perfectamente lo que hacías? Yo si, pero me esfuerzo por cada día tener las mejores herramientas en perfectas condiciones.
✍️ Cita del día: "Dame 5 horas para talar un árbol y me pasaré 4 afilando el hacha”.
Gracias por leerme 🙏, nos vemos pronto 👋.
Referencias 📚
Kahneman, D. (2012). Pensar rápido, pensar despacio. DEBATE.
Kaplan, A. (1964). The Conduct of Inquiry: Methodology for Behavioral Science.
Maslow, A. H. (1966). The Psychology of Science: A Reconnaissance. New York : Harper & Row.
Shrestha, Praveen. (2019, 16 junio). Psychological Steps Involved in Problem Solving - Psychestudy. Psychestudy. https://www.psychestudy.com/cognitive/thinking/psychological-steps-problem-solving
Siempre aprendiendo!
Casi lloro el otro día al ver a un señor de 92 recogiendo su título de Bellas Artes 🙏🏻❤️
Muchas gracias por inspirar Sergio!
👏🏼👏🏼
De pronto lo veo como: hay tiempo que da resultados y tiempo que optimiza el tiempo que da resultados. Si ejecutamos como siempre nada va a mejorar, pero el tiempo que ocupemos en aprender habilidades, aunque parezca que no nos lleva a ningún lado, después hace que nuestra efectividad mejore a grandes pasos. Muchas gracias por compartir.