Es curioso el impacto vital que tiene la aversión al riesgo de la sociedad a la que perteneces... En Estados Unidos se admira la capacidad de fracasar y en España se condena al que se tropieza al intentar escalar el rocódromo 🤷
En efecto, la percepción social del fracaso condiciona enormemente la actitud de las personas. Es algo que cambia entre países y culturas, puesto que también oí que en Japón el fracaso es un incidente lamentable, como en España.
En fin, sí, merece la pena arriesgarse y fallar a quedarse con el remordimiento de no haberlo intentado.
Es curioso que traigas el ejemplo de la escalada, porque el miedo suele surgir no tanto al comienzo, sino conforme vas ascendiendo. Ese vértigo que da el tomar excesiva altura. Pero entiendo lo que dices de fondo. Ese miedo es barrera para lanzarnos a tantas cosas... Aunque, también te digo, ¡no hay que probarlo todo en esta vida! :)
Estaba en la colchoneta mirando hacia arriba y solo de verles me estaba imaginando en su situación y me daba miedo. Al empezar subí muy decidido, pero con cada metro fui perdiendo esa valentía hasta que me entró el nerviosismo y me caí. Menos mal que no pasa nada si te caes. Tras calmarme e intentarlo varias veces llegué :)
No hace falta probarlo todo, pero esta experiencia me hizo ver que a veces los miedos son mucho más grandes que peligros reales. Algo parecido me sucedía cuando aprendía a montar en bicicleta y me caía.
Muy buen texto Álvaro, pero perdóname, no estoy del todo de acuerdo. En mi caso empezar a emprender fue coser y cantar, motivación, optimismo y ganas; según va avanzando el proyecto y surgen mil problemas, imprevistos y dudas todo cambia, así que diría que NO SIEMPRE lo más difícil es el inicio. Aún así gracias por tu texto :)
Estoy de acuerdo contigo, a veces empezar no tiene por qué ser el peor momento. Puede dar miedo porque supone un cambio, pero eso no implica que luego no haya grandes desafíos. Me alegra que te haya gustado el texto y gracias por estar ahí :)
Dios mío, cuánta verdad! El otro día mi marido me dejó sin palabras cuando me soltó, así, sin previo aviso “¿y tu libro cuándo?”. Ni siquiera recuerdo a propósito de qué fue. No sé de qué hablábamos, pero me mató. Hasta yo misma me había olvidado que quería escribir un libro. De hecho hace un montón de años que existe ese libro flotando en mi aura. Y lo he comenzado a escribir varias veces, y cada vez comienza distinto, y es otro estilo y trata de otra cosa, en fin. Ya tengo 47, ¿cómo que ya es hora no? 😰 Al menos sé que será no ficción. Le hablaré a mujeres. Aunque hayan hombres que me quieran leer, bienvenidos. Pero estoy tan llena de contradicciones que me aterra desvestirme ante desconocidos. La mujer barbuda ya no vende. Pero tienes razón. Lo aterrador es empezar. Y si decidiera que me importa una soberana raja lo que piensen los demás? Sería una tremenda falta de respeto hacia una potencial audiencia. He ahí otra contradicción. Si me olvido de la potencial audiencia, quizás pueda sentirme libre para escribir desde las entrañas. El acto de escribir debería sentirse como evacuar, como vaciarte, como ir al baño, como liberarte, como soltar, como liberarte de un peso. De algo que ya no te sirve, que no necesitas. Y eso debería sentirse fan-tas-ti-co… si logras olvidarte de la audiencia. Porque sino el miedo se apodera de ti. El pudor. La vergüenza. La timidez. O lo que sea. Entonces, creo que el primer libro debiera ser una declaración. Un manifiesto. Una liberación. Intentaré escribir en calzones y con legañas en los ojos. Sin mayor inversión económica. No pagaré traductor al inglés, únicamente traductor. Y publicaré en versión kindle, que creo es lo más económico. Luego, una vez superado el síndrome del primer libro, me lo tomaré más profesional, y haré lo que los grandes hacen…. Que hasta este momento no tengo ni pura idea de qué es, con exactitud, pero seguro que debe ser algo más de lo que pienso hacer con el primero 😳
¡Wow! Primero, gracias por compartir algo tan personal y honesto. Creo que no eres la única persona que ha pasado por algo así. Todos tenemos sueños que acaban rondando por la cabeza y que al final nunca hacemos.
Podrías hacer un libro de no ficción y escribir en el prólogo lo que has contado aquí, que escribir debe ser un proceso de liberación. Creo que eso puede enmarcar mejor a la obra que quieres escribir :)
Estoy seguro de que te cambiará la vida. Escribir un libro es un proyecto transformador que produce muchas dudas, especialmente con los primeros, que es cuando aún no tenemos práctica.
Está genial salir de la zona de confort y adentrarse en otros mundos, como bien cuentas, pero también soy partidario de que haya gente que no lo haga. La zona de confort tampoco es un mal lugar en el que estar, si realmente se está a gusto ;).
¡Por supuesto! Tienes razón Miguel, se puede dominar un área en concreto y estar muy bien ahí.
Quizá ahí escribí solo pensando en mi visión del mundo, porque me da curiosidad lo nuevo y ando siempre probando cosas, pero cuando algo entraña riesgo me vuelvo extremadamente precavido.
Hola Alvaro, estoy de acuerdo contigo, lo fácil es no salir de la zona de confort, pero te quedas rumiando tus ideas y no das el paso buscando excusas para no intentarlo. En mi caso, me gusta experimentar con cierto grado de control y prudencia, asumiendo incertidumbre pero cuando lo consigues te sube la autoestima. Uno de mis retos pendientes es también escribir, y no sé por dónde empezar, qué me recomiendas? Gracias
¡Hola Jose! Me encanta saber que tienes pensado comenzar a escribir :)
Si quieres mi opinión sincera, te diría que si nunca has escrito, podrías comenzar de forma privada con un diario porque te ayudará a tener siempre algo sobre lo que escribir sin que sea demasiado difícil el tema.
Si ya tienes experiencia escribiendo y te ves más atrevido, comienza en Substack, es un sitio con un entorno agradable, como tú mismo estarás viendo, pero además de escribir, te permite conocer gente y recibir críticas constructivas sobre tus escritos para mejorar.
No te recomiendo escribir libros ni nada demasiado largo sin tener aún experiencia. Si te interesa algo más grande que una publicación en Substack, optaría por escribir cuentos o ensayos breves antes de lanzarme a novelas o grandes libros.
Si tienes más dudas, solo dímelo, es un gusto poder ayudarte.
Había hecho deportes similares a la escalada, peor nunca nada en las alturas. Haber visto lo alto que podía subirme con mis propias manos fue tremendamente satisfactorio. Todos tenemos miedos y, a más crecemos, más nos acomodamos en lo conocido. Esta experiencia cambió mi forma de ver los retos y la vergüenza cuando me equivoco.
Absolutamente de acuerdo! Sobretodo en lo de publicar lo que escribo. (En lo referente a la escalada, me queda lejos. Mejor antes, con mis 76 años, aprendo a nadar! :)
Mi experiencia con la escalada la hemos vivido en muchos otros ámbitos. Siempre hay momentos en los que no estamos seguros de nosotros mismos y nos da miedo hacer el "ridículo". Si te paras a pensarlo, no es para preocuparse, todo el mundo entenderá tu situación de persona inexperta. Esa actitud de aprendiz motiva mucho para ser mejor cada día y salir de la rutina y lo conocido. ¡Nadar es genial, lo he hecho poco, pero siempre que lo hice me divertí muchísimo, además es muy sano!
Qué mensaje tan poderoso! Muchas gracias Álvaro!
¡Gracias Alicia! :)
Desde ahora me gusta escalar. Con algo de miedo, pero me atrevo a subir alto y mirar abajo jajaja. Esta ha sido una de esas experiencia que te cambia.
Muy bonitas reflexiones Álvaro, gracias ♥️
Es curioso el impacto vital que tiene la aversión al riesgo de la sociedad a la que perteneces... En Estados Unidos se admira la capacidad de fracasar y en España se condena al que se tropieza al intentar escalar el rocódromo 🤷
¡Hola Iker!
En efecto, la percepción social del fracaso condiciona enormemente la actitud de las personas. Es algo que cambia entre países y culturas, puesto que también oí que en Japón el fracaso es un incidente lamentable, como en España.
En fin, sí, merece la pena arriesgarse y fallar a quedarse con el remordimiento de no haberlo intentado.
Es curioso que traigas el ejemplo de la escalada, porque el miedo suele surgir no tanto al comienzo, sino conforme vas ascendiendo. Ese vértigo que da el tomar excesiva altura. Pero entiendo lo que dices de fondo. Ese miedo es barrera para lanzarnos a tantas cosas... Aunque, también te digo, ¡no hay que probarlo todo en esta vida! :)
¡Hola Javier!
Estaba en la colchoneta mirando hacia arriba y solo de verles me estaba imaginando en su situación y me daba miedo. Al empezar subí muy decidido, pero con cada metro fui perdiendo esa valentía hasta que me entró el nerviosismo y me caí. Menos mal que no pasa nada si te caes. Tras calmarme e intentarlo varias veces llegué :)
No hace falta probarlo todo, pero esta experiencia me hizo ver que a veces los miedos son mucho más grandes que peligros reales. Algo parecido me sucedía cuando aprendía a montar en bicicleta y me caía.
Muy buen texto Álvaro, pero perdóname, no estoy del todo de acuerdo. En mi caso empezar a emprender fue coser y cantar, motivación, optimismo y ganas; según va avanzando el proyecto y surgen mil problemas, imprevistos y dudas todo cambia, así que diría que NO SIEMPRE lo más difícil es el inicio. Aún así gracias por tu texto :)
¡Hola Álvaro!
Estoy de acuerdo contigo, a veces empezar no tiene por qué ser el peor momento. Puede dar miedo porque supone un cambio, pero eso no implica que luego no haya grandes desafíos. Me alegra que te haya gustado el texto y gracias por estar ahí :)
Me encanta lo que escribes, y también cómo te las has ingeniado para marcar las categorías.
Chapeau.
¡Hola Víctor! :)
Gracias por tus palabras. Las categorías fue una solución creativa. Me alegra que te haya gustado, eso es que funciona y es útil.
Dios mío, cuánta verdad! El otro día mi marido me dejó sin palabras cuando me soltó, así, sin previo aviso “¿y tu libro cuándo?”. Ni siquiera recuerdo a propósito de qué fue. No sé de qué hablábamos, pero me mató. Hasta yo misma me había olvidado que quería escribir un libro. De hecho hace un montón de años que existe ese libro flotando en mi aura. Y lo he comenzado a escribir varias veces, y cada vez comienza distinto, y es otro estilo y trata de otra cosa, en fin. Ya tengo 47, ¿cómo que ya es hora no? 😰 Al menos sé que será no ficción. Le hablaré a mujeres. Aunque hayan hombres que me quieran leer, bienvenidos. Pero estoy tan llena de contradicciones que me aterra desvestirme ante desconocidos. La mujer barbuda ya no vende. Pero tienes razón. Lo aterrador es empezar. Y si decidiera que me importa una soberana raja lo que piensen los demás? Sería una tremenda falta de respeto hacia una potencial audiencia. He ahí otra contradicción. Si me olvido de la potencial audiencia, quizás pueda sentirme libre para escribir desde las entrañas. El acto de escribir debería sentirse como evacuar, como vaciarte, como ir al baño, como liberarte, como soltar, como liberarte de un peso. De algo que ya no te sirve, que no necesitas. Y eso debería sentirse fan-tas-ti-co… si logras olvidarte de la audiencia. Porque sino el miedo se apodera de ti. El pudor. La vergüenza. La timidez. O lo que sea. Entonces, creo que el primer libro debiera ser una declaración. Un manifiesto. Una liberación. Intentaré escribir en calzones y con legañas en los ojos. Sin mayor inversión económica. No pagaré traductor al inglés, únicamente traductor. Y publicaré en versión kindle, que creo es lo más económico. Luego, una vez superado el síndrome del primer libro, me lo tomaré más profesional, y haré lo que los grandes hacen…. Que hasta este momento no tengo ni pura idea de qué es, con exactitud, pero seguro que debe ser algo más de lo que pienso hacer con el primero 😳
* únicamente editor/a.
** ni puta idea de qué es, con exactitud…
¡Wow! Primero, gracias por compartir algo tan personal y honesto. Creo que no eres la única persona que ha pasado por algo así. Todos tenemos sueños que acaban rondando por la cabeza y que al final nunca hacemos.
Podrías hacer un libro de no ficción y escribir en el prólogo lo que has contado aquí, que escribir debe ser un proceso de liberación. Creo que eso puede enmarcar mejor a la obra que quieres escribir :)
Estoy seguro de que te cambiará la vida. Escribir un libro es un proyecto transformador que produce muchas dudas, especialmente con los primeros, que es cuando aún no tenemos práctica.
Está genial salir de la zona de confort y adentrarse en otros mundos, como bien cuentas, pero también soy partidario de que haya gente que no lo haga. La zona de confort tampoco es un mal lugar en el que estar, si realmente se está a gusto ;).
¡Por supuesto! Tienes razón Miguel, se puede dominar un área en concreto y estar muy bien ahí.
Quizá ahí escribí solo pensando en mi visión del mundo, porque me da curiosidad lo nuevo y ando siempre probando cosas, pero cuando algo entraña riesgo me vuelvo extremadamente precavido.
Se puede vivir bien en la zona de confort :)
Hola Alvaro, estoy de acuerdo contigo, lo fácil es no salir de la zona de confort, pero te quedas rumiando tus ideas y no das el paso buscando excusas para no intentarlo. En mi caso, me gusta experimentar con cierto grado de control y prudencia, asumiendo incertidumbre pero cuando lo consigues te sube la autoestima. Uno de mis retos pendientes es también escribir, y no sé por dónde empezar, qué me recomiendas? Gracias
¡Hola Jose! Me encanta saber que tienes pensado comenzar a escribir :)
Si quieres mi opinión sincera, te diría que si nunca has escrito, podrías comenzar de forma privada con un diario porque te ayudará a tener siempre algo sobre lo que escribir sin que sea demasiado difícil el tema.
Si ya tienes experiencia escribiendo y te ves más atrevido, comienza en Substack, es un sitio con un entorno agradable, como tú mismo estarás viendo, pero además de escribir, te permite conocer gente y recibir críticas constructivas sobre tus escritos para mejorar.
No te recomiendo escribir libros ni nada demasiado largo sin tener aún experiencia. Si te interesa algo más grande que una publicación en Substack, optaría por escribir cuentos o ensayos breves antes de lanzarme a novelas o grandes libros.
Si tienes más dudas, solo dímelo, es un gusto poder ayudarte.
Que buen texto has escrito. Muy valiente quien sabe sus miedos y los enfrenta. Gracias por publicar lo que piensas y escribes.
¡Hola Iván! :)
Había hecho deportes similares a la escalada, peor nunca nada en las alturas. Haber visto lo alto que podía subirme con mis propias manos fue tremendamente satisfactorio. Todos tenemos miedos y, a más crecemos, más nos acomodamos en lo conocido. Esta experiencia cambió mi forma de ver los retos y la vergüenza cuando me equivoco.
Absolutamente de acuerdo! Sobretodo en lo de publicar lo que escribo. (En lo referente a la escalada, me queda lejos. Mejor antes, con mis 76 años, aprendo a nadar! :)
¡Hola Maica! :)
Mi experiencia con la escalada la hemos vivido en muchos otros ámbitos. Siempre hay momentos en los que no estamos seguros de nosotros mismos y nos da miedo hacer el "ridículo". Si te paras a pensarlo, no es para preocuparse, todo el mundo entenderá tu situación de persona inexperta. Esa actitud de aprendiz motiva mucho para ser mejor cada día y salir de la rutina y lo conocido. ¡Nadar es genial, lo he hecho poco, pero siempre que lo hice me divertí muchísimo, además es muy sano!