El motivo por el que las personas sienten envidia
Explicación psicológica de la envidia
🏷️ Categorías: Motivación, Relaciones sociales.
«La grandeza inspira envidia, la envidia engendra rencor, el rencor engendra mentiras» ~ J.K. Rowling en Harry Potter
Uno de los 7 pecados capitales bíblicos, o como Bertrand Russel la llamaba, “una lamentable faceta de la naturaleza humana.”
La envidia nace cuando nos medimos con otros y nos sentimos inferiores. Solemos envidiar a quienes comparten circunstancias similares, ya que esto nos provoca una sensación injusticia o desigualdad. No envidiamos a quienes están a un nivel muy superior porque no son casos comparables (Smith & Kim, 2007; Parrott & Smith, 1993). La envidia más intensa viene de cerca.
La gente no envidia a un magnate, la gente envidia al vecino, que lo han ascendido de puesto y a nosotros no. Por eso el césped del vecino siempre se ve más verde que el propio.
Los dos tipos de envidia
La envidia sana y la maliciosa son similares en origen pero se manifiestan de formas completamente diferentes…
La envidia sana hace que la persona sienta envidia por el objeto o cualidad que posee la persona con la que se compara (Crusius & Lange, 2014). Por otro lado, la envidia maliciosa implica sentir que merecemos más el objeto o cualidad que la persona envidiada, lo que puede llevar a sentir gratificación ante sus fracasos.
— “Si yo no lo puedo tener, que nadie lo tenga.”
Tu éxito es su dolor y tu dolor es su éxito
Esa es la conclusión a la que llegaron un grupo de científicos japoneses tras investigar las áreas del cerebro que se activaban al sentir envidia (Takahashi et al., 2009).
Cuando sentimos envidia se activa la misma área que cuando sentimos dolor físico, y lo que es aún más increíble, cuando los participantes imaginaban a la persona fracasando se liberaba dopamina en ciertas áreas del cerebro. No solo se siente gratificación al ver fracasar a la persona envidiada sino que en caso de que ambos pierdan, solo con saber que la persona envidiada ha perdido más, la pérdida del envidioso le hace sentir gratificación (Dvash et al., 2010).
— “Yo estaré mal, pero los demás están peor.”
A mayor era la envidia percibida, mayor era el placer obtenido de ver fracasar a la persona envidiada (Takahashi et al., 2009).
La envidia es echar gasolina en la llama de la motivación
La envidia se puede transformar en motivación y la motivación en logros.
Las adaptaciones son respuestas que desarrollamos para adaptarnos al entorno y así aumentar las probabilidades de sobrevivir. Pero, —a difererencia de las adaptaciones físicas— los sentimientos son a veces más retorcidos. Si una persona siente dolor al tocar un cactus, tratará de evitarlo la próxima vez. Si una persona siente envidia, siente que está en situación de inferioridad injusta al compararse y buscará la forma de mejorar u obtener los recursos para igualar o superar a la otra persona.
En este sentido es una fuente de motivación externa que lleva al envidioso a superar al envidiado y como resultado, acaba por superarse a sí mismo (Smith & Kim, 2007; Ramachandran & Jalal, 2017).
Nos leemos en la próxima carta, cuídate 👋❤️
📚 Referencias
Crusius, J., & Lange, J. (2014). What catches the envious eye? Attentional biases within malicious and benign envy. Journal Of Experimental Social Psychology, 55, 1-11. https://doi.org/10.1016/j.jesp.2014.05.007
Dvash, J., Gilam, G., Ben-Ze’ev, A., Hendler, T., & Shamay‐Tsoory, S. G. (2010). The envious brain: The neural basis of social comparison. Human Brain Mapping, 31(11), 1741-1750. https://doi.org/10.1002/hbm.20972
Rowling, J. K. (2015). Harry Potter y el misterio del príncipe. Turtleback Books.
Parrott, W. G., & Smith, R. H. (1993). Distinguishing the experiences of envy and jealousy. Journal Of Personality And Social Psychology, 64(6), 906-920. https://doi.org/10.1037/0022-3514.64.6.906
Ramachandran, V. S., & Jalal, B. (2017). The Evolutionary Psychology of Envy and Jealousy. Frontiers In Psychology, 8. https://doi.org/10.3389/fpsyg.2017.01619
Russell, B. (1930). The Conquest of Happiness. W. W. Norton & Company.
Smith, R. H., & Kim, S. H. (2007). Comprehending envy. Psychological Bulletin, 133(1), 46-64. https://doi.org/10.1037/0033-2909.133.1.46
Takahashi, H., Kato, M., Matsuura, M., Mobbs, D., Suhara, T., & Okubo, Y. (2009). When Your Gain Is My Pain and Your Pain Is My Gain: Neural Correlates of Envy and Schadenfreude. Science, 323(5916), 937-939. https://doi.org/10.1126/science.1165604
Me has hecho pensar en el origen de la envidia y la connotación moral que le damos. En su origen evolutivo, podría haber funcionado, como dices, como un mecanismo adaptativo en la competencia por recursos escasos y oportunidades reproductivas. Es decir, la envidia podría haber motivado a los individuos a evaluar su propio estado y recursos en comparación con los de otros, lo que podría conducir a un comportamiento que mejore su posición social y acceso a recursos. La envidia impulsa al individuo a esforzarse más para obtener esos beneficios, o a innovar en formas de mejorar su propia situación.
Sin embargo, también debe tenerse en cuenta que la envidia podría haber ayudado a mantener cierta equidad y cooperación dentro de grupos sociales. Al promover un comportamiento que desalienta la acumulación desproporcionada de recursos por parte de unos pocos, la envidia podría haber contribuido a un reparto más equitativo de los mismos, lo cual es beneficioso para la cohesión y supervivencia del grupo.
Es decir que, aunque a menudo se ve como una emoción negativa, la envidia podría haber tenido funciones importantes en la regulación de las interacciones sociales y el fomento de la competencia adaptativa entre nuestros antepasados.
Al final la envidia forma parte de ese equilibrio humano entre competir y cooperar (https://jajugon.substack.com/p/competir-o-cooperar) y me recuerda aquel famoso experimento de Frans de Waal del mono envidioso (https://jajugon.substack.com/p/cabezones-inteligentes).
Gracias por las referencias bibliográficas.
Mientras que la envidia sólo dé lugar a motivación, sería un motor de superación y por tanto buena. Ahora bien, los envidiosos pueden llegar hasta a hacer daño a la persona envidiada y ese sí es un problema muy grave: el envidiado puede sufrir desde acoso (laboral por ejemplo) hasta menosprecios o lesiones. En ese caso (y todos hemos visto casos reales...), es lo peor porque el envidioso sólo disfruta con el daño ajeno, algo que es contrario a cualquier buen sentimiento y bonhomía. Una cuestión peligrosa y más complicada de lo que parece en la realidad, desde mi punto de vista.