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El mundo no está bajo nuestro control.
Nuestras acciones influyen en nuestro resultado, pero en la partida se están jugando dos dados y solo estamos tirando uno. No conocemos todos los factores que explican la realidad y de los que conocemos, ni de lejos los controlamos todos. A veces, factores insospechados marcan la diferencia en un suceso inexplicable.
Solo tiramos un dado y ni conocemos todas las reglas del juego.
¿En qué mes del año naciste?
Yo nací en junio, sería más difícil para mi ser jugador de hockey. ¿No sabes por qué?
Los jugadores de las mejores ligas han nacido mayormente en los primeros meses del año. Esto sucede porque las ligas de hockey comienzan en invierno, así que los niños nacidos en los primeros meses suelen ser más altos y fuertes que los demás de su edad, lo que les da una ventaja en las pruebas iniciales. Estas pequeñas diferencias biológicas deberían desaparecer con el paso de los años.
No es así, es justo al revés.
Al ser los mejores del equipo, pasan más horas en el hielo mientras los demás están en el banquillo, lo que aumenta aún más sus probabilidades de llegar a ser jugadores profesionales (Nolan and Howell, 2010; Sherar et al., 2007; Gladwell, 2008).
Si naciste en el último trimestre es un 40% menos probable que llegues a profesional.
Una condición que no controlas marca la diferencia.
¿En qué dirección soplaba el viento y a qué altura estabas?
Te lo digo porque esto puede marcar la diferencia entre batir o no un récord mundial.
En las carreras de velocidad, como los 100 y 200 metros lisos, el viento de cola da una ventaja importante. Tan influyente es que la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF) establece que para que un récord sea válido, el viento de cola no debe exceder los 2 m/s. Aún así, un viento de cola de 2 m/s puede mejorar el rendimiento en los 100 metros en aproximadamente 0,1 segundos (Barrow, 2012).
Si te parece poco, esto te va a impactar, porque la cosa sigue.
Hablemos de la altura.
La altura también ha sido restringida por la federación a causa del enorme impacto que tenía. A más altura, menor es la densidad del aire (hay menos presión atmosférica), por lo que el rozamiento es menor y es más fácil correr.
¿Un detalle insignificante?
El récord mundial masculino en 100 metros lisos de Usain Bolt estaba en 9,69 hasta que el propio Usain lo volvió a bajar hasta 9,58 segundos.
0,11 segundos menos.
Si Usain Bolt corriese con viento de cola de 2 m/s (y no con 0,7 m/s que tuvo) y a una altura máxima de 1000 metros sobre el nivel de mar podría bajarlo a 9,47 segundos.
Podría reducir otros 0,11 segundos el récord solo por estos detalles ajenos a él.
Detalles insignificantes que marcan la diferencia.
Una percepción sesgada de un mundo incontrolable
Nuestra visión del mundo y lo que en realidad sucede son dos cosas bien distintas.
Hay una tendencia innata en el humano a pensar que sus logros son fruto exclusivo de su esfuerzo y que si otras personas no lo consiguieron es porque no se esforzaron tanto. Es una narrativa coherente con lo que observa. Si ha obtenido mejores números en un examen o en una carrera es objetivamente mejor.
El problema es que se está ignorando el papel que juega el azar en ese resultado.
El mundo es incontrolable. No controlamos todas las variables de un resultado.
Y sí, por supuesto que el esfuerzo importa, pero cuando llegamos altos niveles de competencia, donde se han perfeccionado al máximo las capacidades, empiezan a ganar importancia estos detalles que a veces se escapan a nuestro control. Piensa en los velocistas de 100 o 200 metros lisos. Todos tienen una técnica perfecta y son la élite mundial, es en esos momentos cuando un soplo de viento favorable, una pista ligeramente mejor o un mejor estado anímico les puede hacer batir un récord.
Algo tan inocente como la densidad del aire, el mes de nacimiento o una brisa a favor.
✍️ Te toca a ti: ¿Conoces más casos en los que suceda? En el ciclismo se busca que las bicicletas pesen lo mínimo y sean lo más aerodinámicas posible. En un amateur no significa nada; en un profesional significa poder ganar la carrera.
💭 Cita del día: «Para no eliminar el libre albedrío, creo que es cierto que la suerte es el árbitro de la mitad de nuestras acciones, pero que aún nos deja dirigir la otra mitad». El Príncipe, Nicolás Maquiavelo.
¡Nos vemos pronto! Cuídate 😊.
Referencias 📚
Barrow, J. D. (2012). How Usain Bolt can run faster – Effortlessly. Significance, 9(2), 9-12. https://doi.org/10.1111/j.1740-9713.2012.00552.x
Gladwell, M. (2008). Outliers: The Story of Success. Penguin UK.
Hernández-Gómez, J., Gómez, R., & Couder-Castañeda, C. (2017). Impact of mass gain, tailwind and age on the performance of Usain Bolt from Beijing 2008 to Rio 2016. European Journal Of Physics, 38(5), 054001. https://doi.org/10.1088/1361-6404/aa7ea7
Nolan, J. E., & Howell, G. (2010). Hockey success and birth date: The relative age effect revisited. International Review For The Sociology Of Sport, 45(4), 507-512. https://doi.org/10.1177/1012690210371560
Sherar, L. B., Baxter-Jones, A. D. G., Faulkner, R. A., & Russell, K. W. (2007). Do physical maturity and birth date predict talent in male youth ice hockey players? Journal Of Sports Sciences, 25(8), 879-886. https://doi.org/10.1080/02640410600908001
Gracias por la publicación. Es curioso, Álvaro, que tu reflexión me haya traído las mismas dos referencias a propósito de otra lectura de hoy, la de Emi (https://autodesconocimiento.substack.com/p/infierno-hacer-del-cielo). Proceden de la esfera cristiana:
La primera es la oración de la serenidad, atribuida a Niebuhr:
"Señor, concédeme serenidad para aceptar todo aquello que no puedo cambiar,
valor para cambiar lo que soy capaz de cambiar
y sabiduría para entender la diferencia."
La segunda es esa exhortación atribuida a San Agustín por unos y a San Ignacio de Loyola por otros:
"Ora a Dios como si todo dependiera de Él. Actúa como si todo dependiera de ti".
Buena semana.
La visión «occidental» de esta vida como la única que vivimos, y cuyos logros y fracasos dependen fundamentalmente de nuestras acciones (argumentada con el ejemplo de unos pocos casos de quienes superaron situaciones iniciales adversas), favorece la vida de estrés, miedo, frustración, culpa y amargura que la mayoría conoce.
La visión «oriental» de esta vida como una etapa más en una larga serie de encarnaciones, cada una diseñada para avanzar en algunos aspectos del proyecto completo y tomando en cuenta el estado particular de avance de cada alma (algo similar al pénsum de nuestros planes de estudio), sin la amenaza del fracaso definitivo porque se tienen muchas oportunidades para aprender cada lección (sin que esto signifique que se debe abandonar el propósito de logro), favorece una vida de menos estrés, mejor disposición para intentar, mayor resiliencia, visión más global de la vida, actitud de aprendizaje constante y otra cantidad de condiciones que mejoran la calidad de vida.
Desde esta asunción de la vida, y según mi Maestro Kirpal Singh, nuestra capacidad para determinar el resultado final de cada encarnación, es decir, «modificar nuestro destino», llega apenas al 25%.
Esto puede sonar fatalista a quien vive la ilusión de poder controlarlo todo pero, por otra parte, te libera la presión un 75%, te multiplica la libertad por 4 (o más, no sé si el efecto sea lineal). Esto mejora tu estado anímico general y ya sabemos que una persona menos estresada puede actuar más agradable, más amorosa.
Esta asunción de la vida se trata en varias cartas mías anteriores, por lo cual no me extiendo más aquí. Gracias por leer. 🤗
Namasté. 🙏🏽