Crónicas de Substack: Un jardín de ideas
Vivencias y consejos de un aprendiz en Substack | Febrero 2024
🏷️ Categorías: Crónicas de Substack, Metas.
En esta entrega quiero contarte mis primeras experiencias como escritor, llenas de desafíos y emociones. Cada mes, habrá un espacio para apartar los ensayos de investigación y tener una charla más íntima contigo, será nuestro diario. ¡Espero que disfrutes de esta dinámica tanto como yo! Además de compartir mi viaje en Substack, traeré consejos, recursos y fragmentos de información e historias vividas durante el mes y que merecen ser compartidas.
El inicio: Tierra fértil para sembrar ideas
Quería comenzar contando cómo ha sido mi inicio como escritor en Substack. Todo comenzó en la naturaleza, recuerdo nítidamente la escena, estaba en el campo, montando en bicicleta como de costumbre, cuando decidí hacer una parada en un lugar familiar para mi, una tranquila ribera por la que a veces paso. Mientras descansaba en una enorme roca, me di cuenta de que había llegado el momento de plasmar en palabras todas las ideas y pensamientos que bullían en mi mente.
Aunque no soy el más extrovertido para hablar en público, sentía que hay personas ahí afuera que, al igual que yo, valoran la calidad y la veracidad de la información frente a la montaña de información dudosa que a menudo encontramos en internet.
Ese sentimiento tomó forma en la idea de crear un espacio en donde compartir conocimientos prácticos reales e historias peculiares. Quería que fuera como un oasis de internet, un lugar donde la gente pudiera encontrar información confiable y útil, algo que a menudo escasea como agua en el desierto.
Sin embargo, el primer obstáculo emergió rápidamente: ¿cómo nombrar este espacio? Lo que parecía una tarea trivial se convirtió en un dilema que me mantuvo en vilo durante días. Quería un nombre que capturase la esencia de lo que quería transmitir, algo que resonara al pronunciarlo y fuese memorable. Después de unas semanas de reflexión y consultas con amigos y familiares, decidí llamarlo "Jardín Mental". Este nombre no solo reflejaba mis intenciones, sino que también se sentía como parte de mí mismo, de mi identidad. Por fin me quedaba tranquilo, el nombre sería un buen equipaje y no un lastre en mi viaje como escritor.
La primera publicación, o mejor dicho, la primera planta de este jardín de ideas, trató sobre Shinrin-yoku, una práctica que justamente aunaba la naturaleza y la psicología. Esta investigación fue, en parte, lo que me llevó a elegir el nombre del proyecto. Aunque escribir este primer ensayo fue todo un desafío, lleno de autocrítica y perfeccionismo desmedido, estoy orgulloso con el resultado. Fue un paso significativo en este viaje, marcando el inicio de lo que espero que sea una aventura llena de aprendizaje y crecimiento.
Así que aquí estoy, emocionado por lo que el futuro tiene reservado para este pequeño rincón virtual que he creado. Aunque sé que habrá desafíos por delante, estoy listo para enfrentarlos con entusiasmo y determinación. ¡Gracias por acompañarme en este viaje!
Lecciones aprendidas
Este primer contacto con la escritura por internet me ha enseñado varias lecciones:
Encuentra el propósito y recuérdalo: En momentos de incertidumbre, vuelve a tu motivación inicial para continuar hacia adelante. Recuerda el por qué lo haces, qué es lo que quieres trasmitir o lograr y cómo vas a hacerlo. Avanzar sin rumbo se llama deambular y eso no nos lleva a nuestro objetivo, mantén clara tu meta.
Evita las decisiones precipitadas: Elegir el nombre fue un desafío, pude hacerlo solo tras mucha meditación. Si es posible, evita tomar decisiones apresuradas cuando estés invadido de sentimientos. Busca un momento de calma para tomar la decisión que mejor se alinee con el propósito inicialmente establecido. A veces nos ponemos obstáculos a nosotros mismos con la excusa de ir rápido porque así parece que avanzamos más. En realidad nos estamos lastrando el avance.
Se exigente, pero no te flageles: La autoexigencia es necesaria para mantener un estándar de calidad y mejorar aún más allá del mismo, pero ser demasiado autoexigente puede frustrarte. Si acabas de comenzar con algo nuevo eres un aprendiz, no un maestro, así que no esperes la perfección, solo persíguela, con el tiempo te aproximarás más a ella. 💡
Así es, la naturaleza es una buena forma de incrementar el bienestar.
Vivimos en urbes de asfalto y cemento pero realmente somos animales y como tales, venimos de la naturaleza y de ella seguimos dependiendo.
¡Esas tres lecciones son realmente valiosas! Tanto, que voy a apuntarlas en mi Bullet Journal para no olvidarlas ;-)