🏷️ Categorías: Mejora continua, Gestión del tiempo.
Para conseguir algo que valga la pena no hay que trabajar más.
Ya trabajamos muchas horas, días, semanas, se nos va la vida en ello. No es la cantidad de horas lo que marca la diferencia, sino cómo las usamos. El tiempo es igual para todos. 24 horas al día, 365 días al año. Lo que nos distingue es la manera en qué lo invertimos. Los resultados realmente grandes llegan cuando concentramos todo nuestro esfuerzo hacia un único lugar, cuando la energía va en una sola dirección.
La ruta más corta entre tu y tu objetivo pasa por la concentración y la constancia.
¿Está el talento sobrevalorado?
Cuántas veces hemos mirado a alguien que logra más que nosotros y pensamos que simplemente tiene algo que nosotros no: un talento especial e inalcanzable.
La verdad es que eso no es del todo cierto.
Lo que parece ser un capacidad muy superior suele ser simplemente un enfoque más claro, un compromiso más firme. El talento es importante, sí, pero el verdadero poder está en saber a qué dedicamos nuestra energía.
Existen 2 cualidades a menudo confundidas: el talento innato y la habilidad adquirida.
El primero es obvio, está ahí. Algunas personas nacen con una facilidad asombrosa para hacer ciertas cosas, pero el problema con el talento innato es que, cuando todo es fácil, es también muy fácil dormirse en los laureles y no esforzarse. Ahí es cuando quienes tienen talento innato se quedan atrás frente a quienes han trabajado duro en sus habilidades a través de horas y horas de dedicación a lo mismo.
No importa cuánto talento tengas, tu talento te va a fallar si no trabajas cada día.
Cómo trabajar tus habilidades
Quienes que se comprometen con su objetivo, aquellas personas que se enfocan durante mucho tiempo en una sola cosa, son las que tienen la mayor probabilidad de conseguir grandes resultados. El talento innato solo es empezar a correr con viento a favor, pero las piernas hay que moverlas para llegar a la meta.
Y aquí está el truco: no se trata de trabajar más horas. Se trata de decir "no" a todo lo que no importa, porque cuando no te comprometes con nada, todo te distrae.
Si para llegar al a meta hay que ir en una dirección, lo mejor es no perderse en desvíos innecesarios. Hay un concepto japonés que me inspira: “Muda” (無駄), aquello en lo que gastamos recursos y no aporta nada. Con frecuencia que hay demasiadas goteras como para que el grifo eche agua. Para tener grandes avances, elimina esas pequeñas pérdidas.
Cómo limitarse para crecer
Paso 1: Piensa qué vas a priorizar
Piensa en tu vida como si fuera un puzle de energía con cada bloque representando 30 minutos. Cada día tiene 48 bloques (2 bloques por hora; 48 bloques al día). Una semana, 336. Y un año, 17472. Claro, no todos esos bloques van a ser productivos.
Dedica 16 bloques al sueño, que es esencial y otros 16 más para tu vida personal: familia, amigos, momentos para ti. Los otros 16 bloques son de tu trabajo.
Dormir menos no es un atajo, puesto que destruye tus energías de los otros bloques y todo tu bienestar. Los 16 bloques del sueño dan sentido a los otros 32. Por otro lado, los 16 del trabajo son inamovibles a menos que tu trabajo esté alineado con tu meta personal. Si no es el caso, la solución para avanzar en tus metas pasa por usar de la manera más inteligente los 16 bloques de energía de la vida personal.
Hablaremos de ambos casos, cuando el trabajo es tu meta y cuando no.
Paso 2: Filtra tus metas
Anota todas las que tienes en la cabeza y verás que no es difícil llenar una hoja con 100 cosas que quieres hacer, de hecho, probablemente te salgan más. Al tenerlas juntas verás claramente todo lo que tenías en la cabeza.
Ahora pasa a filtrarlas. De todo lo que escribiste, ¿qué es lo que realmente importa? Tómate tu tiempo y elige las 9 más importantes, luego las 6 más importantes de esa lista y luego las 3 más importantes de todas.
Ya tienes echa tu lista de prioridades actual.
Paso 3: Elimina el lastre
Esta es la parte dura. Lo que no está entre tus 9 metas principales, tiene que irse.
Ahora, de esas 9 céntrate desde este momento en las 3 más importantes de todas y deja las otras 6 para cuando hayas completado alguna de las 3 de máxima prioridad. Cada bloque de tiempo que dediques a algo que no está en esa lista de 3 es “muda” (無駄), o sea, tiempo que no te aporta nada realmente.
La potencia de limitarse
Supongamos que tu trabajo es tu meta personal, tienes idealmente los 16 bloques del trabajo solo para ti. Imagina que estás ahora con diez proyectos entre manos. Sabes qué proyectos son los prioritarios, pero también le dedicamos tiempo a otras cosas.
5
2
2
1
1
1
1
1
1
1
Podríamos pensar que esto es eficiente, pero si hacemos el ejercicio previo de limitarnos para crecer, quedaría algo así.
10
3
3
Fíjate en la enorme diferencia. Mismo tiempo, enorme diferencia de rendimiento en aquello que es prioritario en nuestras vidas.
Es al limitarte cuando comienzas a crecer drásticamente.
Ahora piensa si no tienes esta situación ideal y tus metas no están alineadas con tu trabajo. En ese caso, tu tiempo personal es aún más valioso. De esos 16 bloques personales, ¿cuántos tienes libres para ti? ¿8 de ellos? Si descontamos las tareas personales, responsabilidades y tiempo social, quizá te queden 3 o 4 horas al día, o sea, de 6 a 8 bloques diarios.
Solo con 6 bloques diarios (3 horas), en un año habrás invertido más de 1000 horas en tu meta personal. Eso es mucho si te enfocas en una sola cosa.
Pero entonces, ¿por qué cuesta tanto enfocarse en una sola cosa?
Porque requiere sacrificio, y el sacrificio duele. Significa decir "no" a algo que también deseas, algo que también te importa. Pero sin ese "no", el "sí" no tiene fuerza. El coste de atender a todo es no estar realmente en nada.
Tu energía no es ilimitada. Limítate a lo que importa. Ignora el resto.
✍️ Te toca a ti: ¿Cuáles son tus 3 metas principales en este momento? Piensa cómo podrías reorganizar mejor tus energías y limitar tus prioridades.
💭 Cita del día: «Es el trabajo que nunca se empieza el que más tarda en acabarse». Tolkien. The Lord of the Rings: The Fellowship of the Ring.
¡Nos vemos pronto! 👋
Álvaro, desde hace años que planifico mis años en macro y los voy desgranando para ir dando pasos certeros; no siempre he cumplido todo y debo reconocer que soy flexible con eso... esta metodología que compartes me viene espectacular para iniciar el año. Gracias, como siempre :)
Estoy trabajando nuevamente en mi disciplina y este ejercicio llegó en el momento indicado. ¡Gracias!