Simplifica tu vida y organiza tu entorno con esta técnica psicológica

Aplicando las posibilidades de Gibson para reducir el estrés y potenciar la memoria

🏷️ Categorías: Minimalismo, Hábitos, Memoria.

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Hace poco perdí mis gafas de sol.

Las comencé a echar de menos cuando al día siguiente de perderlas iba a salir de casa y no las encontraba. Tras buscarlas por toda la casa y ver que no estaban en ninguna parte me comencé a preocupar. Me preguntaba donde las había dejado, quería seguir buscándolas cuando volviese a casa.

Al regresar a casa, tras mirar cada rincón, me puse a pensar. ¡Me las había dejado en la cafetería en la que ayer estuve! Fui corriendo y el dueño me dijo que una persona se las había entregado. Nadie se las llevó para su casa.

Que suerte la mía.

Mientras volvía a casa aliviado junto a mis gafas de sol, lo único que pensaba era en asignarles un sitio fijo, así no las volvería a perder. Te cuento esto porque es justamente el tema del día de hoy: cómo aprovechar el espacio físico para agilizar procesos cotidianos ahorrando tiempo y mejorando nuestra memoria.

Posibilidades de Gibson

Las posibilidades de Gibson son la interacción entre un individuo y su entorno (Gibson, 2014).

Las personas no percibimos el entorno pasivamente, en realidad podemos interactuar con el entorno a nuestro favor. Podemos utilizar el entorno como una herramienta más para reducir la sobrecarga mental y simplificar tareas.

Por ejemplo, yo he asignado un lugar concreto a mis gafas de sol para nunca más perderlas. Las dejo en la estantería de mis libros favoritos. Quizá es un sitio raro para ti, pero para mi, en mi entorno, es un lugar fácil de recordar.

Te haré unas preguntas:

• ¿Tienes un cajón de los cubiertos en tu cocina? Seguramente sí.

• ¿Tienes ese cajón en un lugar cercano y accesible? Seguramente sí

Casi todo el mundo lo tiene de esta manera y no nos hemos puesto de acuerdo para que así sea. Esto es pura psicología humana. Todos estamos usando instintivamente una posibilidad de Gibson en la cocina con los tenedores, cucharas y demás. Si no tuviesen una ubicación asignada, sería agotador ir por toda la casa buscando las cucharas para comer sopa. Imagina encontrar una cuchara bajo la cama.

Mejor no, gracias.

Piénsalo ahora al revés. ¿Qué objetos se suelen perder? El teléfono, las llaves, las gafas (ese soy yo). ¿Qué tienen en común? Que en muchos hogares no tienen un sitio fijo.

Lo que sucede en la cabeza

A nivel cerebral, las posibilidades de Gibson se relacionan con el hipocampo, región del cerebro implicada en la memoria espacial y la navegación.

El hipocampo es clave en la orientación y permite recordar información relacionada al espacio físico, lo que significa que el cerebro está vinculado al entorno. Quizá esto te suene a algo, hace un tiempo hablé sobre cómo los taxistas y las aves son capaces de recordar numerosas ubicaciones y cómo podían trazar rutas para llegar a esos lugares desde cualquier punto. Ese tema me impresionó mucho.

Por otro lado tenemos el caos. Hay quien tiene su casa como esas escenas de cuando pasa un tornado y arrasa con todo, que nada tiene sentido y todo está mezclado.

Tener cosas desordenadas nos hace segregar cortisol, la hormona vinculada al estrés.

Un estudio reveló que los salones de las casas de EEUU tenían con frecuencia más de 800 objetos visibles, pero que había casas con más de 2000 (Arnold et al., 2012). Lo más loco: otro estudio concluyó que 3 de cada 4 estadounidenses tenían tantas cosas en su garaje que no podían ni guardar su coche, que es justamente la función de un garaje (Sanburn, 2015).

Estoy escribiendo esto y me está dando risa.

Cómo usar las posibilidades de Gibson

Trata a tu casa como una ferretería.

Las ferreterías son de mis lugares favoritos. Da placer entrar y ver todo ordenado, limpio, claro, diáfano y bien clasificado. Viviría en una ferretería. Esta exhaustiva clasificación es muy poderosa porque permite el acceso aleatorio a la memoria.

Me explico, el acceso aleatorio significa que puedes acceder a tu memoria en el orden que sea. Por ejemplo: Los casetes antiguos de música tenían las canciones en orden fijo, sin embargo, en el teléfono pueden escucharse en el orden que desees. Igual pasa con tu memoria. Además, la interconexión neuronal nos permite acceder por diferentes caminos: un olor, un sabor, un nombre, una fecha, un sonido…

Foto de Oxana Melis en Unsplash

Las ferreterías permiten el acceso aleatorio. Le pidas lo que le pidas, la persona sabrá su ubicación porque está todo categorizado.

📌 Nota: Si te das cuenta, es la misma técnica que usa el sistema Zettelkasten del que he hablado en varias cartas. Al final asocias la información entre sí, aunque en este caso es un espacio virtual. Échale un ojo porque tiene potencial.

Podemos clasificar las cosas de 3 maneras:

• Finalidad: Cajón de los cubiertos (si es para comer, al cajón de los cubiertos)

• Contexto: Cosas de playa (son diferentes, pero tienen un mismo contexto).

• Apariencia: Sección de los balones en una tienda de deportes (están todos ahí porque se parecen, aunque sean para deportes completamente diferentes).

👉 Si en una ferretería funciona, haz lo mismo en tu casa.

Si das un repaso a tu casa y la ordenas de modo similar, reducirás drásticamente el esfuerzo mental que supone buscar algo y te hará ahorrar mucho tiempo.

Acostúmbrate a utilizar tu entorno para potenciarte y no para lastrarte.

¿Qué cambios simples puedes implementar en tu vida diaria para aplicar las posibilidades de Gibson? Yo nunca más perderé mis gafas 😎.

¡Nos vemos! 👋 Vayan saliendo ordenadamente de la carta de hoy.

Referencias 📚

• Arnold, J. E., Graesch, A. P., Ragazzini, E., & Ochs, E. (2012). Life at Home in the Twenty-first Century: 32 Families Open Their Doors. Cotsen Institute of Archaeology.

• Gibson, J. J. (2014). The Ecological Approach to Visual Perception: Classic Edition. Psychology Press.

• Sanburn, J. (2015, 12 marzo). America’s clutter problem. TIME. https://time.com/3741849/americas-clutter-problem/