Aplica este inspirador concepto de las artes marciales en tu vida
Qué es "Shuhari" y cómo aplicarlo
🏷️ Categorías: Historias personales, Mejora continua.
Tenía unos ocho años.
Había visto a mi hermano practicar taekwondo, admiraba sus movimientos ágiles, sin saberlo, él despertó en mi la curiosidad por las artes marciales. No pasó mucho tiempo hasta que mi madre me llevó al pequeño dojo del barrio por primera vez. Recuerdo cómo los sonidos de los golpes secos y los gritos enérgicos de los luchadores resonaban en la sala. Con mi atuendo recién estrenado, me sentía emocionado por la experiencia que estaba a punto de vivir.
Rápidamente me di cuenta de la lentitud.
Mi maestro insistía en que repitiera una y otra vez las mismas instrucciones. Durante semanas, solo trabajé en la posición de mis pies y en el ángulo de mis brazos y piernas. Nada más. En mi mente de niño, anhelaba la libertad de pelear, de improvisar movimientos ágiles y enfrentarme a oponentes.
Sin embargo, mi maestro sabía que antes de dejarme volar, era necesario construir una base sólida, una estructura que soportase el peso del aprendizaje posterior.
Con el paso de los años, mi comprensión de las artes marciales se expandió.
Entendí que él estaba en lo cierto. Era el camino correcto.
El taekwondo era mi principal enfoque, pero mi curiosidad me llevó a ver otras disciplinas como el karate, aikido y judo. Empecé a comprender que cada arte es una filosofía, una forma de entender el mundo. Fue en esa búsqueda que me encontré con un concepto que resonó conmigo al instante. Un principio fundamental del aikido, con 700 años de historia, y que es clave en el crecimiento personal.
Hablemos de "Shuhari".
El concepto nació entorno al siglo XIV por Fuhaku Kawakami, quien se inspiró de las obras de teatro de Zeami Motokiyo. Fue un concepto inicialmente ligado al teatro y a la ceremonia del té, pero que luego se trasladó a la filosofía de las artes marciales cuando surgió el aikido (Yamazaki, 1984).
Shuhari es un concepto de 3 caracteres japoneses: 守 (“Shu”, obedecer), 破 (“Ha”, romper), y 離 (“Ri”, dejar o separarse). Es la forma de describir las 3 etapas del aprendizaje, que van desde la obediencia y la preservación de las tradiciones, hasta la ruptura con ellas y, finalmente, la emancipación y la creación de un estilo propio.
Shu (守): obediencia y preservación
Todos somos aprendices en algún ámbito, nadie reúne la sabiduría al completo.
Al comenzar algo nuevo, partes desde la ignorancia y necesitas que quienes han alcanzado la maestría en ese ámbito te guíen a través de los conceptos elementales (Shumabukuro y Pellman, 2007). Toma la sabiduría que te ofrecen, no tienes las herramientas ni el criterio necesario para cuestionar, debes confiar en tu maestro.
En psicología, se corresponde con la etapa inicial del modelo de adquisición de habilidades de Dreyfus (1980). Al inicio, dependemos de reglas para orientarnos.
Así que, al principio, aprendes por imitación y sigues a otras personas.
Ha (破): romper y explorar
Para construir sobre fundamentos sólidos, es necesario cuestionar los fundamentos.
Tras imitar a tu maestro y adoptar su estilo y conocimientos, es hora de echar la vista atrás para reflexionar sobre lo aprendido. Ya entiendes los conceptos que te ha dado y puedes cuestionarlos. El aprendizaje efectivo sucede cuando reflexionas sobre tu propia experiencia y adaptas el conocimiento a tu contexto (Kolb, 1984).
Pasas de aprender por imitación a aprender de la experiencia.
Ri (離): separarse y crear
Tu conocimiento proviene de tus antecesores, pero es tu obligación ir más allá.
Ahora entiendes otros puntos de vista, y no solo el de tu maestro, ves la relación entre conceptos y el por qué de las cosas. En este momento te separas de tu referencia para seguir tu propia senda de aprendizaje, encontrar tu estilo y, quizá, inspirar a otros nuevos aprendices. Una vez llegas aquí, no solo aplicas lo aprendido, sino que también contribuyes con nuevas ideas, mejoras y cambios, es decir, “aprendizaje autodirigido” (Garrison, 1997).
Este fase es ilimitada, pues nunca se termina el camino de la sabiduría.
Todos somos maestros y aprendices al mismo tiempo
Si lo piensas, podemos trasladar esta filosofía a muchos ámbitos de la vida.
Es una forma de manifestar la humildad del que aprende y reconoce no saber todo, pero que al mismo tiempo aspira a dejar un legado aún más valioso que el que recibió.
Escritura: Comenzamos imitando a nuestros autores favoritos, adoptamos su estilo y los admiramos. Luego sacamos la valentía necesaria para probar con diferentes técnicas y cuestionar lo aprendido hasta crear nuestro propio estilo.
Música: Todos empiezan aprendiendo piezas tradicionales para luego explorar otras obras y géneros. Finalmente conocen el panorama al completo y tienen la habilidad suficiente para crear algo original y valioso.
Educación: Todos hemos aprendido de nuestro padre, madre y profesores. Con los años comenzamos a poner a prueba sus lecciones y a explorar el mundo por nuestra cuenta hasta que nos hacemos autosuficientes, nos emancipamos y comenzamos a actuar libremente y con madurez.
Crecer no es solo acumular conocimiento, sino trascenderlo, dejar aún más valor del que a ti te dieron e inspirar a los que vienen detrás. Nunca dejes de aprender del resto incluso cuando abras tu propio camino.
Todos somos aprendices y maestros al mismo tiempo.
Solo depende del contexto.
Eso es shuhari.
✍️ Te toca a ti: ¿En qué aspectos estás comenzando y en cuáles estás rozando la maestría? Yo aún estoy arañando la superficie de lo que significa ser escritor.
💭 Cita del día: «A veces aprendemos más buscando la respuesta a la pregunta y no encontrándola que aprendiendo la propia respuesta.» Lloyd Alexander, The Book of Three.
Gracias por abrir esta carta,
Referencias 📚
Dreyfus, S. E. (1980). A Five-Stage Model of the Mental Activities Involved in Directed Skill Acquisition.
Garrison, D. R. (1997). Self-Directed Learning: Toward a Comprehensive Model. Adult Education Quarterly, 48(1), 18-33. https://doi.org/10.1177/074171369704800103
Kolb, D. A. (1984). Experiential Learning: Experience as the Source of Learning and Development. [Enlace]
Shimabukuro, M., & Pellman, L. (2007). Flashing Steel, Second Edition: Mastering Eishin-Ryu Swordsmanship.
Yamazaki, M. (1984). On the Art of the No Drama: The Major Treatises of Zeami. Princeton University Press.
Madre mía, estos japoneses... tienen una palabra para absolutamente todo! 😍
Que concepto tan genial! Totalmente aplicable a la fotografía, mil gracias por compartirlo!