🏷️ Categorías: Modelos mentales, Geografía.
Recuerdo a la perfección la primera vez que escuché esa frase.
Fue en una de mis clases universitarias de cartografía, sí, porque yo estudié geografía.
“El mapa no es el territorio", dijo mi profesor de cartografía con total naturalidad, afirmando algo que yo veía absurdo. En ese momento, me sonó a una de esas frases muy sonoras pero vacías de significado. No sabía a lo que se refería.
¿Acaso no usamos mapas todo el tiempo para entender el territorio?
¿No son herramientas confiables sobre el territorio?
¿No representan la realidad?
Pues no.
Lo que no sabía era que esta frase se convertiría en una de las ideas más poderosas que he conocido para entender la realidad y tomar decisiones. Con el tiempo, uno madura. Entendí lo común que es confundir lo que ves con lo que ocurre…
Confundir el mapa con el territorio.
Y esa confusión es la causa de muchas malas decisiones.
Si alguna vez confiaste en información que era correcta y terminó llevándote por el camino equivocado, verás por qué sucede esta paradoja. Verás por qué el mapa no es el territorio, por mucho que Google Maps y tu GPS te hagan creer lo contrario.

Los mapas son imperfectos por definición
Todos los mapas están mal. Absolutamente todos.
La idea de que "el mapa no es el territorio" es del filósofo Alfred Korzybski, quien dijo que cualquier representación de la realidad es siempre una simplificación. Incluso los mapas más detallados no pueden capturar toda la complejidad de un lugar. Es imposible que un mapa sea la realidad completa.
Todo es una simplificación.
Si un mapa intentara representar cada árbol, cada roca y cada arroyo del terreno, sería tan gigante y tan difícil de entender que sería inútil. Para que un mapa sea práctico, debe reducir la información a lo esencial, y eso tiene un precio.
Esa reducción implica omisiones, interpretaciones y distorsiones.
No es solo una cuestión de detalle, es también una cuestión temporal. Un mapa de hace 10 años podría ser inútil hoy si las carreteras han cambiado. Lo mismo ocurre con los modelos mentales que usamos para tomar decisiones.
Lo que funcionó en el pasado puede no ser válido en el presente.
No estaba en mi mapa
Todos usamos mapas para navegar la vida. Modelos, gráficos, informes, manuales, todo intenta representar la realidad (más o menos).
Por ejemplo:
Informe financiero de una empresa: Es una representación de la situación económica de una organización, puede que le esté yendo bien o mal, pero no nos dicen nada sobre la moral de los empleados, la calidad del producto o los problemas o buenas decisiones de la compañía. No hay contexto.
Un currículum vitae: Puede decirnos mucho sobre la educación y experiencia de una persona, pero no sobre su capacidad real para desempeñar ese trabajo. Se suele contratar al ver el mapa, no la realidad.
Manuales de instrucciones: Dan pautas sobre cómo realizar un proceso, pero no pueden prever las particularidades de cada usuario y problema.
Cuando confiamos ciegamente en estos mapas sin tocar el territorio, caemos en la trampa de tomar decisiones basadas en datos incompletos o erróneos.
Jeff Bezos entendió esto a la perfección.
En una reunión de Amazon, alguien le aseguró que el tiempo medio de espera en llamadas a atención al cliente era de 60 segundos. Según el "mapa" (los datos), todo iba bien. Pero Bezos decidió comprobarlo por sí mismo y llamó a atención al cliente.
Esperó más de 10 minutos (Lex Fridman, 2023).
El mapa estaba equivocado.
Fíjate en esto: si el mapa y el territorio no encajan, el problema está en el mapa. La forma en que se recolectaban los datos sobre tiempos de espera era errónea. Jeff Bezos tocó el territorio y descubrió la realidad que los datos ocultaban.
Ya ves el peligro de confiar solo mapas sin comprobar empíricamente la realidad.
No olvides lo que son: simplificaciones de la realidad.
Cómo ver más allá del mapa
Si ningún mapa es correcto, ¿cómo evitamos cometer errores basados en ellos?
1. Busca el mapa más actual
Esto es un mapa de España del siglo XVI y esto es un mapa de España del siglo XXI.
¿Tú cuál usarías para viajar por España hoy en día?
La respuesta parece obvia, pero no es tan obvia cuando cambias el ejemplo.
Nadie viajaría con un mapa del siglo XVI, pero hay quien toma decisiones basadas en datos anticuados y muy imprecisos sin pararse a pensar en la calidad de su mapa. Solemos aceptar la información sin cuestionarla, sin buscar mejores fuentes.
Ningún mapa es perfecto, está claro, pero hay diferentes grados de error.
Eleva tu estándar de calidad informativa si quieres estar realmente orientado.
2. Toca el territorio
Si puedes, deja los datos y pasa a la realidad.
¿Vas a contratar a alguien? No solo revises su CV, pon a esa persona a prueba en un caso real de trabajo para evaluar su desempeño.
¿Vas a inscribirte a un curso? No te quedes en su web, visita el lugar, asiste a una clase abierta, escucha a personas que ya estén cursando esa formación.
3. ¿Quién hizo el mapa?
Ningún mapa es neutral, tenlo claro.
Cada representación de la realidad tiene un creador con su propio sesgo. Pregúntate: ¿qué información podría haber sido distorsionada o simplificada? ¿En qué quería enfocarse el creador con su mapa? A veces te llevas auténticas sorpresas…
Hace poco recibí una propuesta para un proyecto que sonaba muy bien.
Quizá demasiado bien.
Sobre el papel, todo era ideal: gráficos, proyecciones, inversión, mantenimiento, etc. El problema: su informe detallaba bien los pros, pero no decía casi nada de los contras. Al hacer mis propias cuentas, vi que el documento (el mapa) no era nada objetivo.
El sesgo era más que obvio…
Los datos son neutrales, la interpretación que haces (o quieren que hagas) no lo es.
Usa los datos con inteligencia y no te perderás.
El mapa no es el territorio.

✍️ Te toca a ti: ¿Qué “mapas” te han llevado a errores? Solía leer todo sobre psicología, pero al ser una ciencia aún joven, muchas teorías cambian y los datos se quedan desactualizados a menudo. Ahí vi cómo el mapa no es el territorio.
💭 Cita del día: «El mapa había sido la primera forma de despiste, pues ¿qué era un mapa sino una forma de enfatizar unas cosas y hacer invisibles otras?». — Jeff VanderMeer, Annihilation
¡Nos vemos en la próxima! 👋
📌 PD: Si te intrigó la idea de que los mapas distorsionan la realidad, hay una web que compara el tamaño real de los países para que veas que no se parecen en absoluto a lo que sale en los mapas. Te sorprenderá. El enlace: The True Size
Si te gustan la cartografía y la historia, te recomiendo el Substack de Mapas Milhaud, de
.
Referencias 📚
Korzybski, A. (1934). Science and Sanity: An Introduction to Non-Aristotelian Systems and General Semantics. JAMA, 103(3), 211.
Lex Fridman. (2023, 14 diciembre). Jeff Bezos: Amazon and Blue Origin | Lex Fridman Podcast #405 [Vídeo]. YouTube.
Muy buena síntesis, Álvaro!
A mí, personalmente, el punto que me resulta más interesante y que muchas veces perdemos de vista es quién ha creado el “mapa” y, además, cuál era su motivación. Es inevitable que un mapa impregne una forma de pensar o incluso una narrativa (de forma intencionada o no), así que es clave entenderlo para poder contextualizar correctamente la información que se nos presenta.
Y muchas gracias por esa recomendación :)
¡Qué interesante, Álvaro! Hay gente que conoce muy bien el mapa y no tiene ni idea del territorio. El ejemplo más claro: el profesor que por primera vez entra en un aula. Hasta que no estás ahí, no te das cuenta de que nada es como creias que era. Todas las teorías que has aprendido sobre aprendizaje, metodología y gestión de aula salen por la ventana cuando cruzas el umbral de la puerta.