🏷️ Categorías: Arte, Felicidad, Creatividad.
Ayer volví a sentirlo.
Tras escribir mi diario sentí alivio. Como si alguien hubiera venido y me hubiese recolocado las piezas por dentro. Era... paz. ¿A ti también te ha pasado algo así? Después de pintar, escribir o de tocar una melodía nos sentimos mejor y no es por la satisfacción de la obra de arte creada. Es algo más profundo que eso.
Es una idea que siempre vuelve: Crear es una forma de sanar.
Mientras hacemos arte, mientras pintamos, escribimos, bailamos, moldeamos barro o cualquier otra creación, algo se acomoda dentro. Algo encuentra su sitio. Así que decidí investigar más sobre qué dice la ciencia sobre el arte y la salud.
Y sí, confirman lo que tú y yo ya habíamos sentido: el arte es medicina.
El arte alivia la mente y el cuerpo. Te fortalece. Te sana.
Verás por qué deberías hacer más arte.
Crear para sanar
El American Journal of Public Health publicó un artículo titulado The Connection Between Art, Healing, and Public Health, en el que se analizaron más de 100 estudios sobre los efectos del arte en la salud. No en la teoría.
En hospitales. Con pacientes. En contextos reales.
El arte redujo la ansiedad. La ira. La depresión. Mejoró la autoestima, el estado de ánimo, aumentó los linfocitos (indicador de buen estado del sistema inmunológico), disminuyó la presión arterial en pacientes con problemas cardíacos y redujo el dolor físico de los pacientes.
¿Qué tipo de arte logró esto?
Todo tipo.
Hay beneficios en escuchar y tocar música, en la escritura expresiva de emociones personales, en la poesía, en la danza, pintura, manualidades textiles, collage, alfarería y más (Stuckey & Nobel, 2009).
Aquí te doy algunos ejemplos:
Música: Escucharla y tocarla reduce el estrés. Los pacientes cardíacos bajaron la presión arterial; en cirugías, alivió el dolor post-operatorio sin medicación extra.
Escritura: Quienes escribieron sus emociones por 15 o 20 minutos diarios mejoraron su sistema inmunológico y su malestar psicológico.
Danza: La danza mejoró la autoestima, movilidad y redujo la ansiedad en mujeres afectadas por cáncer de mama. Efectos parecidos suceden en otros pacientes.
Artes visuales (pintura, escultura, collage, cerámica): Permitieron expresar lo que no se podía decir. Personas con depresión, estrés o ansiedad sintieron calma y bienestar al externalizar lo que sentían.
Cuando nos expresamos creativamente nos sanamos.
Fíjate en esto, la OMS define la salud como un “estado de completo bienestar físico, mental y social”. No dice “ausencia de enfermedad”. Dice bienestar. No basta con no estar enfermo para estar “bien”. El humano es más que eso y el arte, en sus múltiples formas, nos lleva hacia ese bienestar.
Y no solo ayuda a pacientes, ayuda a cualquier persona.
Crea más, consume menos
Parece que crear es cosa de artistas de renombre, y que si no es hermoso, no vale.
Pero eso es mentira. El arte no necesita ser bonito. Ni perfecto. Ni útil. Solo necesita ser. Dibujar algo feo. Cantar desafinado. Escribir con mala caligrafía. Bailar sin técnica. Todo eso cuenta. Todo eso vale. Todo eso cura.
Crear es un acto de amor propio.
Uno que no necesita likes. Ni aplausos. Ni validación.
Vivimos en una época en la que consumir es tremendamente fácil. El entretenimiento ha crecido a nivel exponencial. En el mundo de televisión, redes sociales y permanente conexión a internet, hay contenido infinito, todo disponible 24/7 para ser consumido y quemar hasta la última hora del día.
Todo diseñado para que no te quedes contigo más de 3 segundos seguidos a solas.
Y después, claro, sentimos que falta algo.
No es más entretenimiento lo que falta. Es más expresión. Más creación.
La diferencia entre consumir y crear es que lo primero te anestesia. Lo segundo sana.
Crear es decidir que tu voz también merece ser escuchada, aunque solo la escuches tú y nadie más, ese es el poder del diario. Que tus emociones merecen salir en forma de pintura y formas. Que tu historia, puede transformarse en pintura, escultura o novela.
No digo que se reemplace a la medicina por las acuarelas y la poesía.
Digo que el arte puede acompañar a la medicina. Puede ser un complemento que llene el vacío que la enfermedad deja en tantos pacientes. Porque al crear, habitamos un refugio. Dejamos de ser pacientes para ser agentes. Pasamos a la acción y creamos.
Así que sí. Haz más arte.
Cierra la pestaña, apaga la tele, silencia el teléfono y crea. Pasa tiempo contigo mismo.
Crear es medicina, y tú, sin saberlo, llevabas mucho sin tomarla.
✍️ Te toca a ti: ¿Qué formas de arte te hacen sentir
💭 Cita del día: «El arte es tan largo y nuestra vida tan fugaz...». — Goethe, Fausto
¡Nos vemos en la próxima, cuídate mucho! 👋
Eres pura inspiración. Me gusta mucho el contenido que compartes pero esta entrada en particular ha resonado en mí con mucha fuerza. Nietzsche dijo una frase que viene a mi cabeza a menudo: "Sin arte, la vida sería un error". Gracias, Álvaro.
Muchos de tus artículos me sorprenden porque no conocía los datos o los había oído a medias pero en este caso debe decir que todo lo que has contado lo sabía.
Comencé a hacer collage de forma continuada hace años durante la recuperación de una enfermedad (esto ya lo conté muchas veces) y me sirvió como refugio, como una forma de estar concentrada en el presente, en lo que tenía entre manos y me ayudó mucho.
Desde entonces lo sigo haciendo, ahora crear arte, en mi caso collage, forma parte de mi vida y además de satisfactorio artísticamente sigue siendo una especie de meditación y sanación.
Se lo recomiendo a todo el mundo, cada persona debe encontrar lo que más le satisfaga y llevarlo a cabo porque como tú bien lo has explicado el arte una una medicina para el cuerpo y la mente.