El problema de tener mucha motivación
Técnicas psicológicas para mantener la productividad y motivación
🏷️ Categorías: Motivación, Metas.
"Los sueños son lo que mantiene al ser humano en marcha".
~ Daniel Wallace, Big Fish (1998)
¿Has escuchado alguna vez alguien decir “yo trabajo mejor bajo presión”? No es raro encontrar personas que trabajan mejor así. Esto se debe a que la presión las empuja a hacer sus tareas, como un tipo de motivación. El problema aquí es que la presión y la motivación tienen un límite y en ocasiones la exigencia es tan alta que surgen los bloqueos mentales, quedarse en blanco o fallar por el nerviosismo. Hoy veremos cómo puedes evitar este problema para rendir al máximo en lo que te propongas.
El problema con el exceso de motivación
Según la ley de Yerkes-Dodson (1908) el rendimiento óptimo está con un nivel moderado de activación mental, si es demasiado alto o bajo puede afectar negativamente. Es decir, ya que la mayor productividad se produce con un nivel intermedio de activación, hay que buscar tareas de dificultad media, que sean superables pero desafiantes, de este modo tenemos activación suficiente y es gratificante ver el progreso.
Esto que te cuento lo has vivido miles de veces. Piensa cuando te has puesto a hacer tareas monótonas y te has acabado aburriendo y por el contrario, piensa cuando has tenido que afrontar tareas tan difíciles que te han generado ansiedad. En los dos casos el rendimiento es bajo, ya sea porque no nos motiva por ser demasiado fácil o por ser un reto imposible para nuestro nivel.
Encontrar el nivel óptimo
Vale, hemos visto que el término medio es la clave, ahora falta hallar ese intervalo. Para eso hay 3 factores que indican si tienes poca o demasiada motivación.
La dificultad de la tarea: Las tareas difíciles necesitan poca presión para que haya buen rendimiento, esto es porque si deseas lograrlas necesitas prestar toda tu atención, no obstante cuando las tareas son sencillas necesitamos alicientes para mantener la activación y no aburrirnos (ya sea motivación propia por lograrlo o algún tipo de presión externa).
Por ejemplo: Si te cuesta estudiar un tema, busca un ambiente lo más tranquilo posible, reduce tus posibles distracciones y estímulos al mínimo, necesitarás prestar toda tu atención para poder progresar y no desanimarte. En cambio, cuando vayas a hacer tareas simples (como barrer la casa), piensa en usar música o algún tipo de estímulo que mantenga arriba tus ánimos y así no te aburras.
Tu nivel tolerable de ansiedad: Cada persona es un mundo, mientras que unas se agobian con poco, otros gestionan bien la presión. Conócete y encuentra la forma de dosificar la tarea para no sentir excesiva presión y sea un desafío que te motive.
Un ejemplo: Si tienes que hacer un proyecto y te han avisado con tiempo podrías planificar los pasos a seguir y dividirlos en subtareas más manejables. Luego puedes estimar el tiempo aproximado de cada pequeña tarea y pensar qué cosas necesitarás. De esta manera conviertes un gran proyecto en pequeñas metas manejables y asequibles en tiempo y esfuerzo.
Aquí es donde mucha gente falla, dejándolo todo para el último día porque ni se han planteado la dimensión de la tarea a realizar y su única motivación por hacer la tarea es la fecha límite.
Tu personalidad: según el modelo de personalidad Big Five (Rothmann & Coetzer, 2003), el más válido en la actualidad, las personas extrovertidas requieren más activación para tener su máxima productividad, por otro lado, las introvertidas requieren un ambiente más calmado y con menos estímulos al hacer la misma tarea. Recuerdo cuando hacíamos proyectos en la universidad y muchos preferían que las tareas grupales porque se sentían más motivados por el ambiente de cooperación y de intercambio de ideas que había.
Disfruta del proceso más y piensa en la meta menos
Es común ver personas que comienzan con una motivación ardiente y que rápidamente se apagan. Un motivo que lo explica es que a menudo nos enfocamos obsesivamente en alcanzar la meta final, descuidando el valor del proceso en sí mismo. En psicología se explica con el concepto de "Locus de control" (Rotter, 1966). Enfocarte en lo que estás aprendiendo y cómo tus pasos te acercan a tu meta te dará más motivación que pensar únicamente en el resultado lejano e intangible.
📚 Referencias
Rothmann, S., & Coetzer, E. P. (2003). The big five personality dimensions and job performance. SA Journal Of Industrial Psychology, 29(1). https://doi.org/10.4102/sajip.v29i1.88
Rotter, J. B. (1966). Generalized expectancies for internal versus external control of reinforcement. Psychological Monographs: General and Applied, 80(1), 1–28. https://psycnet.apa.org/doi/10.1037/h0092976
Yerkes, R., & Dodson, J. (1908). The relation of strenght of stimulus to rapidty of habit-formation. https://psychclassics.yorku.ca/Yerkes/Law/?source=post_page
Wallace, D. (1998). Big fish: A Novel of Mythic Proportions. Algonquin Books of Chapel Hill.