El nuevo traje del emperador: Una lección olvidada y muy necesaria
Los cuentos infantiles son mucho más que historias para niños
🏷️ Categorías: Aprendizaje, Lecciones de vida.
«Los necios que habitan en la ignorancia, pero se creen sabios y eruditos, dan vueltas y vueltas por caminos torcidos, como el ciego guiado por el ciego».
Swami Paramananda, Upanishad
Los cuentos infantiles no solo entretienen a los más pequeños, sino que también son poderosas herramientas educativas que transmiten valores, enseñanzas morales y estimulan la imaginación. El cuento que hoy comparto da una lección de humildad
—muy necesaria en la actualidad—, parece que más de una persona no leyó el cuento de pequeño o se le ha olvidado.
Había una vez un reino en donde la moda era la obsesión del emperador, era un monarca con gustos refinados que exigían la calidad más exquisita para sus atuendos. Un día llegaron a la corte dos costureros que decían ser extraordinarios, capaces de confeccionar incluso un traje que solo los más inteligentes podrían verlo. Este exclusivo traje —solo para lo más inteligentes— llamó la atención del monarca. El emperador, encantando con la idea de poseer una prenda tan exclusiva, la encargó a estos costureros a cambio de una generosa cuantía.
Los “costureros”, que no eran más que unos estafadores, no tejieron ni una sola puntada. En su lugar, simularon trabajar en el aire, mientras los sirvientes del emperador, temerosos de parecer ignorantes, elogiaban la belleza de la tela invisible…
— [Estafador] Le veo dudoso, ¿está usted viendo lo hermoso que es el tejido?
— [Sirviente] Por supuesto que lo veo, es una atuendo excepcional, el emperador debería exhibirlo ante todas las personas para que puedan contemplar su magnífico trabajo.
El emperador estaba impaciente por estrenar su traje, aún más tras saber que le habían organizado un desfile por las calles de su feudo para salir a lucirlo.
Finalmente, llegó el día de la gran procesión, y el emperador, desnudo bajo su traje imaginario, desfiló por las calles, mientras la multitud, por miedo a ser tachada de ignorante, alababa el supuesto traje. Toda la multitud lo alababa, excepto un niño. Solo un niño, inocente y sincero, rompió el ambiente al exclamar la verdad:
— [Niño] ¡Pero si el emperador está desnudo, no lleva nada!
Su valentía inspiró al resto a reconocer la realidad y dejar de fingir ante el monarca.
Fue entonces cuando el emperador se dio cuenta de que tenían razón, no tenía ropa, pero en lugar de reconocer su error pensó: “Si reconozco mi error quedaré como un ignorante, mejor sigo fingiendo”.
Moraleja: No temas parecer ignorante, la verdadera ignorancia está en negar la realidad por miedo a lo que los demás puedan pensar de ti. La honestidad es una de las virtudes más nobles y escasas.
📚 Referencias
Andersen, H. (1837). The Emperor's New Clothes. Fairy Tales and Other Traditional Stories (Lit2Go Edition). Retrieved May 06, 2024, from https://etc.usf.edu/lit2go/68/fairy-tales-and-other-traditional-stories/5637/the-emperors-new-clothes/
Genial me ha encantado,
Gracias,
Me encantó, gracias