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Miras a alguien y en segundos tu cerebro ya tomó la decisión.
Sin siquiera conocer su historia, su carácter o sus habilidades, ya tienes una opinión: Es simpático, confiable, exitoso. O, por el contrario, es frío, distante, no es de fiar.
Te sale solo, es inevitable, es el efecto halo.
Todo comenzó con el psicólogo Edward Thorndike, quien al estudiar a militares, descubrió que los oficiales de alto rango evaluaban de manera uniforme a sus subordinados. Por ejemplo, si alguien era considerado responsable, se le atribuían otras cualidades positivas, como liderazgo o inteligencia, sin tener información.
El estudio demostró algo impactante.
Nuestra opinión se forma por las impresiones, no por los datos.
¿Qué es lo que sucede?
Con poca información, completamos los detalles faltantes basándonos en la primera impresión, así atribuimos cualidades positivas (o negativas) a una persona u objeto solo por una característica que nos atrae (o nos disgusta), suponiendo que el resto es igual. Se ha visto que sucede en política, en contrataciones laborales, en la educación, en el sistema judicial, y obviamente en el marketing.
Si una persona es atractiva, asumimos que también es inteligente y simpática.
Si una marca de autos se ve lujosa, asumimos que debe ser mejor en todo.
Si un líder habla con confianza, asumimos que tiene más razón que los demás.
En marketing y publicidad lo dominan para moldear tu opinión, son expertos en ello.
Cómo lo usan en marketing
Efecto halo de personas famosas
Si un atleta de élite anuncia un reloj de lujo, no te dan detalles técnicos ni evalúas la calidad del reloj, no quieren convencerte con datos, sino con impresiones, con sentimientos, con experiencias. El éxito del deportista se asocia con la marca, haciendo creer que el reloj es más valioso. Hay miles de ejemplos.
El tenista Rafa Nadal y su anuncio de coches Kia en España. No dan ni un solo dato para convencerte racionalmente. Solo te venden una experiencia.
El futbolista Cristiano Ronaldo y perfume. Si lo anuncia él, debe ser el mejor.
Tu mente asocia de inmediato a la persona con el objeto, aunque no tengan relación ni haya influido en el producto en lo más mínimo. Así, el halo impregna al producto.
Efecto halo en diseños
El diseño y empaque de un producto pueden pesar más que su calidad real.
Empaques atractivos o diseños impactantes generan la percepción de mayor calidad, justificando un precio más alto aunque ofrezcan prestaciones similares Un clásico: Apple, que perfecciona el diseño de sus productos para transmitir esa superioridad, aunque otras opciones más económicas puedan igualar las prestaciones.
El iPod es el ejemplo perfecto.
Era su producto más barato y alcanzó al mercado de masas creando una reputación entre los usuarios que rápidamente se extendió como un halo al resto de los de la compañía, lo que aumentó las ventas del resto de productos (Snyder, 2005).
Lo bello se confunde con lo bueno
En entrevistas de trabajo, juicios y en política; la primera impresión es clave.
En entrevistas, si vistes bien, muestras confianza y eres una persona atractiva, tenderán a verte de forma más positiva y pensará que eres más inteligente. En cambio, si muestras nerviosismo o tartamudeas, aunque tu currículum diga lo contrario, su percepción será pésima (Dion et al., 1972; Landy & Sigall, 1974).
En política, las personas atractivas tienen más probabilidades de ganar incluso sin hablar. Y si ambas dan la misma información, la más atractiva será percibida como más competente… (Poutvaara et al., 2009; Berggren et al., 2016).
En juicios, las personas atractivas reciben mejor trato por cometer el mismo crimen, como lo oyes (Efran, 1974). El efecto se invierte si el crimen tiene que ver con la apariencia, ya que las mujeres atractivas eran castigadas más severamente en casos de estafas y manipulación (Sigall & Ostrove, 1975).
Nuestro cerebro toma atajos. No analiza cada detalle.
Decide en segundos y prejuzga.
Es una reacción natural para procesar información rápido. Sin embargo, nos hace susceptibles a manipulaciones y errores de juicio, al dar y quitar oportunidades a las personas sin motivos. Pero ahora conoces el efecto y puedes cambiar.
La próxima vez que formes una opinión rápida, haz una pausa y pregúntate: ¿Estoy siendo imparcial o solo generalicé tras ver algo que me gustó?
Las marcas, los líderes, los medios y hasta las personas que te rodean, seguirán estando en vueltas en un halo, pero ahora sabrás cómo evitarlo. Cuando lo hagas, empezarás a ver las cosas y a las personas con otros ojos.
✍️ Te toca a ti: ¿Cuántas veces has confiado en alguien solo porque tenía una buena apariencia o hablaba bien? ¿Cuántas oportunidades has perdido—o dado injustamente—basándote en una primera impresión?
💭 Cita del día: «Me gustaron sus modales, y me parece un buen caballero, así que no tengo inconveniente en que lo conozcas.» Louisa May Alcott, Little Women.
¿Tienes más curiosidad? Aquí tienes 2 cartas donde explico cómo usan la psicología para convencerte y hacer que compres más.
¡Nos vemos en la próxima! 👋
Referencias 📚
Berggren, N., Jordahl, H., & Poutvaara, P. (2016). The right look: Conservative politicians look better and voters reward it. Journal Of Public Economics, 146, 79-86. URL
Dion, K., Berscheid, E., & Walster, E. (1972). What is beautiful is good. Journal Of Personality And Social Psychology, 24(3), 285-290. URL
Efran, M. G. (1974). The effect of physical appearance on the judgment of guilt, interpersonal attraction, and severity of recommended punishment in a simulated jury task. Journal Of Research In Personality, 8(1), 45-54. URL
Landy, D., & Sigall, H. (1974). Beauty is talent: Task evaluation as a function of the performer’s physical attractiveness. Journal Of Personality And Social Psychology, 29(3), 299-304. URL
Poutvaara, P., Jordahl, H., & Berggren, N. (2009). Faces of politicians: Babyfacedness predicts inferred competence but not electoral success. Journal Of Experimental Social Psychology, 45(5), 1132-1135. URL
Snyder Bulik, B. (2005, 17 enero). Apple puts iPod Halo to test with Shuffle and Mini. Adage. URL
Thorndike, E. (1920). A constant error in psychological ratings. Journal Of Applied Psychology, 4(1), 25-29. URL
Sigall, H., & Ostrove, N. (1975). Beautiful but dangerous: Effects of offender attractiveness and nature of the crime on juridic judgment. Journal Of Personality And Social Psychology, 31(3), 410-414. URL
Gracias Álvaro por tu texto, yo esto lo sentí siempre desde pequeña, te prejuzgan, te etiquetan y ya no te sacan de ahí, sobretodo en el colegio y en el ambiente laboral.
Esa primera impresión, esos 3 segundos son ese atajo del cerebro, tan fatídico y utilizado en publicidad tanto como los mensajes subliminales .
Yo siento la energía de todo y de todos, a mí no me engañan los envoltorios. Soy muy empática, mi intuición está a tope , de hecho mis conocidos siempre se sorprenden mucho cuando les digo cosas acerca de gente publica o de conocidos.
Al final se acaba sabiendo siempre sus verdades escondidas, mis amigos siempre me decía que parecía un detector de mentiras.
el pretty privilege