7 claves para que la pareja funcione
Encontrar el amor es difícil, mantenerlo lo es aún más.
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Sucedió en la orilla, donde la tierra y mar se mezclan.
Caminaba junto a ella, nuestros pasos se hundían en la fina arena, y las olas rompían suavemente a nuestros pies borrando las huellas que dejábamos a nuestro paso.
Conversábamos sobre planes, sueños que perseguimos, nuestras dudas y asperezas de la relación que debemos limar. Era más que conversar; en el vaivén de las olas en la orilla habíamos creado un momento de conexión real entre dos personas.
Son estos instantes los que dan sentido a una relación.
En la noche, mientras escribía en mi diario la tarde de playa que habíamos vivido, recordé un libro sobre el amor que leímos hace tiempo, The Seven Principles for Making Marriage Work escrito por el psicólogo John Gottman.
No creíamos que un libro nos pudiese ayudar en la relación, pero así fue.
¿Éramos la única pareja a la que algo así le venía bien? Diría que no.
Aquí van las 7 claves que aprendí para que una relación funcione:
1. Profundiza en el mundo de tu pareja
Las parejas felices se conocen perfectamente.
Estas parejas tienen lo que el libro llamaba “mapa del amor”, o sea, saben con detalle todo de su pareja. Saben sus pasiones, intereses, qué metas tiene, qué le preocupa y mucho más. Sin este mapa no puedes conocer de verdad a alguien y si no conoces a alguien a ese nivel, ¿cómo puedes realmente amar a esa persona?
Si no te orientas con tu mapa, hazte preguntas de este tipo:
¿Cuáles son sus mejores amistades?
¿Cuál es su filosofía de vida?
¿Qué es lo que más le preocupa?
¿Qué metas tiene ahora?
Nos perdemos en el trabajo, las prisas, las responsabilidades… y al final dejamos de prestarle atención a lo que necesita nuestra pareja, pero para que una relación prospere, este punto es esencial y no podemos olvidarlo.
Pregunta a tu pareja, escuchála con atención y aprende de ella.
2. Nutre a tu pareja con afecto y admiración
Hazle saber a tu pareja que la admiras y la quieres, parece obvio, pero no lo es.
Todas las parejas que se precipitan hacia una ruptura tienen una cosa en común: comienzan a ver la historia de su relación de forma negativa. La conclusión entonces es obvia: no merece la pena que sigamos juntos. Eso se puede evitar haciendo hincapié en lo bueno de la relación.
Para mostrar tu admiración, haz una lista de 3 o más cualidades positivas de tu pareja y anota debajo las veces en las que ha demostrado esa cualidad. Por ejemplo:
Se preocupa por mi:
Cuando vuelvo tarde a casa, cocina para mi.
Ayer me ayudó a resolver un problema que tenía sin que se lo pidiese.
Me llama cuando estoy fuera para preguntarme qué tal estoy.
Es conmovedor cuando os cambiáis las listas y veis cómo os percibís mutuamente.
3. Préstale atención y tiempo a tu pareja
¿Sabes cuando estás hablándole y te dice “sí, sí” pero sabes que no te está haciendo caso? O peor aún, que te diga en tono cortante: “no me molestes, no puedo”.
Eso son interacciones negativas.
Ese tipo de sucesos merman la confianza en el otro, hace sentir que no está cuando hace falta. Cosas simples como hacer deporte juntos, salir el fin de semana o ayudar cuando lo pide crean sentimiento de apoyo mutuo y son interacciones positivas.
1 interacción negativa pesa como 5 positivas (Benson, 2024).
Las parejas que tienen menos de 5 interacciones positivas por 1 negativa tienen un riesgo alto de acabar rompiendo. Necesitas como mínimo aportar 5 veces más cosas buenas que malas y pueden ser pequeños detalles, no necesitas hacer un crucero para tener una interacción positiva.
Los detalles cuentan mucho.
4. Deja que tu pareja te influencie
Las parejas felices trabajan como un equipo.
Gottman vio que los hombres son más propensos a ignorar la perspectiva de su pareja cuando enfrentan problemas juntos, pero sea quien sea, es vital adoptar una postura negociadora. Por ejemplo, si quieres gastar el ahorro en un coche nuevo y tu pareja quiere gastar ese dinero en unas vacaciones, respirad hondo, escuchad los argumentos del otro y llegad a un acuerdo.
Muchos terminan a gritos y enfadados porque no saben negociar con su pareja.
5. Resuelve los problemas solucionables
Hay 2 tipos de problemas: solucionables y perpetuos.
Solucionables:
Son leves y se deben a las circunstancias del momento.
Por ejemplo: Juan y Laura deciden que Juan sacará la basura cada noche, pero últimamente, Juan ha estado distraído con obligaciones y se le olvida. Al final, la casa huele fatal por la mañana y Laura se enfada con Juan.
Esto es un problema solucionable.
Él simplemente ha estado despitado, no es un problema interno de la relación.
Pon un recordatorio en la cocina y problema resuelto.
5 pasos para resolver un problema solucionable:
Suaviza: Cuando plantees el problema, mantén la calma y no critiques.
Acepta intentos de reparación: Acepta los intentos que tu pareja ha hecho para remediar el problema y sugiere otras medidas para solucionarlo.
Alivia la discusión: Si la discusión se os sale de control, id cada uno a descansar, pasear o lo que necesitéis y luego u otro día retomáis la conversación.
Compromiso: Ambos debeis trabajar para ponerle remedio, ayuda a tu pareja.
Sean tolerantes con los defectos del otro: Si hay incidentes del pasado que surgen en las nuevas discusiones, dejarlos para otro momento o dadlos por superados y disculpaos cuando sea necesario. Hay parejas que viven en un eterno círculo de reproches de cosas que pasaron hace años.
Perpetuos:
Por ejemplo: Laura quiere pasar menos tiempo con Juan y más tiempo con sus amigas, pero Juan dice que eso le hace sentir solo. Sin embargo, Laura dice que necesita tiempo lejos de él. Juan parece necesitado y ella se siente agobiada.
Este es un problema perpetuo.
Hay una diferencia fundamental en sus personalidades y en lo que necesitan del otro para sentirse conectados. La diferencia es poco probable que cambie, así que deben estar dispuestos a daptarse si quieren que su relación prospere.
Una relación es un equipo, ambos deben cooperar y ceder para tener éxito juntos.
6. Supera el estancamiento
Las parejas que no superan los problemas perpetuos se estancan.
Por ejemplo: Laura quiere tener hijos, Juan no. Laura quiere ir a la iglesia con Juan, pero Juan es ateo. Es poco probable que estas cosas se solucionen, por lo que hay que buscar una solución que satisfaga a ambos y ambos comprometerse a ceder un poco para llegar a un punto medio.
Cuando lleguéis a un acuerdo, agradeceos haber sido empáticos con el otro.
7. Crea un significado compartido
Este es el motivo por el que seguir progresando juntos.
Crea hábitos de conexión: Son hábitos que os unen diariamente. Salir juntos a correr, tener una cena romántica los viernes, ir el sábado de acampada, etc. Todas las parejas tienen los suyos y eso crea un fuerte vínculo a largo plazo.
Tener un objetivo común: Es inmensa la satisfacción de saber que tu pareja lucha por lograr lo mismo que tú. Hay infinitas posibilidades e irán surgiendo nuevas conforme pase el tiempo: viajar por el mundo, colaborar con una ONG, prepararse para correr una maratón…
Todas las parejas tienen desacuerdos, pero no todas consiguen negociar soluciones.
Todas las parejas tienen problemas perpetuos, pero no todas los superan.
Mi pareja y yo tenemos interacciones negativas, pero tenemos muchas más positivas. Tenemos muchos puntos en común, pero también también problemas perpetuos. La diferencia es que hemos aprendido a convivir con esas diferencias y ya no nos pesan, sabemos cómo salvar nuestras diferencias y aprovechar lo bueno de cada uno.
✍️ Te toca a ti: ¿Qué principio resuena más contigo en tu relación actual? ¿Qué problemas perpetuos tienes tú?
💭 Cita del día: "De lo que sea que estén hechas nuestras almas, la suya y la mía son iguales". – Brené Brown, Daring Greatly.
Cuídate y cuida a tu pareja, nos vemos pronto 👋.
Referencias 📚
Benson, K. (2024, 26 junio). The Magic Relationship Ratio, According to Science. The Gottman Institute. https://www.gottman.com/blog/the-magic-relationship-ratio-according-science/
Gottman, J., PhD, & Silver, N. (2015). The Seven Principles for Making Marriage Work: A Practical Guide from the Country’s Foremost Relationship Expert. Harmony.
Álvaro, estos son muy buenos consejos.
En mi caso una de las diferencias entre mi pareja y yo es el lenguaje de amor.
Es decir, a mí me gusta que me acaricien y me digan palabras de confirmación, amor, etc. Y la manera en que a él le gusta recibir el amor es a través del servicio. Es decir, ayudarlo cuando me necesita. Ser un buen equipo como bien explicas.
Entonces, al principio de nuestra relación nuestras demostraciones de amor eran muy distintas y, cuando logramos entender el porqué en cierto sentido había como un “mal entendido” sobre estas demostraciones de amor, nos sentamos a dialogarlo. Una vez aclarado y comprendido nos comprometimos en esforzarnos en hacer actos de amor según las necesidades personales del otro. Y gracias a Dios llevamos ya 6 años juntos ❤️✨
Dentro de mi experiencia la comunicación verdaderamente es la “lubricación” de una relación 😅😂
Es muy importante recordar que una relación de pareja debe construirse y darle tiempo de calidad para que prospere. Uno de los problemas perpetuos, siendo que yo soy el financiero de la relación, es que mi pareja no lleva un control de gastos como a mí me gustaría, pero es algo en lo que nos hemos ido adaptando y funcionamos bastante bien.