Te doy la bienvenida a Jardín Mental. La siguiente carta es parte de nuestra colección "Notas de gigantes", en la que exploramos los pensamientos de las grandes mentes de la humanidad.
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🏷️ Categorías: Escritura, Literatura, Lecciones de vida.
Si quieres escribir y no sabes por dónde empezar, Umberto Eco tiene algo para ti.
Además de ser un importante académico, Eco fue un narrador magistral, capaz de crear mundos ricos en detalle y con tramas cautivadoras. Tras décadas de experiencia escribiendo libros de éxito, desarrolló una serie de principios clave para escribir novelas, los cuales expuso en su libro Confesiones de un joven novelista.
Si querías contar tu propia historia y no sabías por donde empezar, presta atención.
Principio 1: Imagen seminal
Las novelas de Eco nacen de una potente imagen que le impulsa a construir todo un mundo alrededor de ella, y es lo que le da sentido al universo ficticio. Eso es lo que el llama “imagen seminal”.
Para El nombre de la rosa, fue la imagen de un monje siendo envenenado mientras pasaba las hojas de un libro.
Para Baudolino, la escena de Constantinopla ardiendo en llamas bajo el ataque de los cruzados. Una imagen impactante que será clave para imaginar todo lo demás.
Para El péndulo de Foucault, la fusión de dos elementos inconexos en apariencia: el dispositivo de Foucault que demuestra la rotación de la Tierra y un trompetista tocando en un cementerio. Esa mezcla tan chocante atrae al lector y el universo ficticio desenmaraña la misteriosa relación.
Cómo aplicar este principio
Para escribir tu historia, comienza con una imagen que te obsesione.
No necesitas entenderla completamente al principio. Solo elige una imagen tan poderosa que despierte en ti una avalancha de preguntas, dudas, que te haga imaginar... ¿Dónde ocurre la escena? ¿Quién está presente? ¿Qué la ha provocado?
Cada respuesta te hará darle forma a la historia.
Imagina que la imagen que te atrapa es la de una niña sosteniendo un globo rojo en medio de una ciudad devastada. Ahora pregúntate: ¿es un mundo postapocalíptico? ¿Por qué la niña es el única en la calle? ¿El globo tiene algún significado especial? A partir de estas preguntas, podrías construir una historia de ciencia ficción, una distopía o incluso un thriller psicológico.
Recopilando…
Deja a tu mente divagar, piensa en imágenes poderosas que te hagan soñar.
Anótalas en detalle y escoge la que más te atrapa.
Formula 10 o más preguntas sobre ella.
Respóndelas de modo que puedan surgir líneas narrativas.
De este modo, surgirá la semilla para que germine todo un universo de ficción.
Principio 2: Construye un mundo vivo
Un mito común es creer que la inspiración es suerte o una habilidad innata.
Esto no es cierto y Umberto Eco desmonta el mito con su propia experiencia. El nombre de la rosa no nació de un milagro, sino de años de acumulación de conocimiento sobre la Edad Media. Cuando llegó el momento de escribir, tenía un vasto archivo mental del que extraer datos históricos, filosóficos y culturales.
Es su duro trabajo diario de documentación lo que marcó la diferencia.
Cómo aplicar este principio
Para que tu universo ficticio sea creíble, investiga sobre todos los temas que sea necesario y conecta las piezas para lograr coherencia.
Si escribes una novela de misterio en un museo, no basta con haber visitado algunos; debes estudiar su funcionamiento, seguridad, historia del arte, robos famosos, arquitectura y restauración de obras. Todo lo que pueda ser de utilidad.
A más detalle tenga, más auténtico será el mundo que construyas.
Esta es justamente la clave que usaba Tolkien: saturar la ficción de cualidades.
Para Umberto Eco es igual. En El nombre de la rosa, diseñó minuciosamente la arquitectura de la abadía, calculó distancias entre habitaciones y planificó los tiempos de los diálogos basándose en la duración de los desplazamientos de los personajes.
Mantén coherencia y detalle.
Si la magia solo funciona con luna llena, que no se use en otro momento.
Si en tu novela alguien va en tren de París a Berlín en media hora, no tiene coherencia, salvo que lo puedas justificar.
Así se haría:
Tras tener las preguntas de tu imagen seminal y una idea básica de cómo sería la trama, haz una lista áreas sobre las que necesitas documentarte.
Encuentra diversas fuentes sobre cada área.
Toma notas y crea tus escenas basándote en lo que has aprendido.
Ayúdate de mapas, cronologías, esquemas y define todas las reglas sociales, económicas o tecnológicas que rigen ese mundo para que sea 100% coherente.
Da igual lo que escribas, el mundo debe guardar lógica interna siempre.
Principio 3: Usa restricciones
Eco creía que las restricciones no limitan la creatividad, sino que la potencian.
Un pintor que decide usar solo acuarelas no está restringiendo su arte, sino dándole una dirección clara hacia la que explorar. En El péndulo de Foucault, decidió que la novela debía tener exactamente 120 capítulos divididos en 10 partes para simbolizar así la evolución de los personajes.
Esto obligó a estructurar la historia de una manera concreta y así abandonar clichés.
Cómo aplicar este principio
Si sientes que tu historia se está volviendo abrumadora, pon restricciones voluntarias. Decide que solo tendrá 3 personajes principales, o que todo ocurrirá en unos pocos escenarios. A más te limites, más creatividad tendrás para conectar la historia.
Esta idea sobre el potencial de las limitaciones ya la tratamos en Jardín Mental hace un tiempo. Aquí puedes aprender más sobre cómo usar las limitaciones a tu favor.
Limítate y crecerás: Cómo las limitaciones potencian la creatividad
Si quieres escribir algo que atrape, no es suerte. Empieza con una imagen potente, haz un universo detallado y coherente alrededor y aprende a limitar tu enfoque.
Estas son las 3 claves que debes tener en mente al escribir.
Ahora que lo sabes, toca escribir.
✍️ Te toca a ti: ¿Has leído a Umberto Eco? ¿Qué otras técnicas te han servido a la hora de escribir tus obras de ficción? Me interesa mucho saber más sobre esto.
💭 Cita del día: «Aprender no consiste sólo en saber lo que debemos o podemos hacer, sino también en saber lo que podríamos hacer y quizá no deberíamos hacer.» — Umberto Eco en El nombre de la rosa.
¡Nos vemos en la próxima! 👋
Referencias 📚
Eco, U. (2011). Confesiones de un joven novelista.
Lo apasionante de Umberto Eco es que no dejaba de aprender y compartir su conocimiento literario, en una especie de ciclo virtuoso: de cada libro que escribía, extraía aprendizajes que ponía en práctica en un siguiente ensayo o novela, del que a su vez extraía reflexiones que volcaba en un nuevo libro...
Un libro que siempre recomiendo de Eco es el no muy conocido «Apostillas a El nombre de la Rosa». Es casi un anexo a la novela y que se publicó más tarde, un Making-of a partir de las preguntas y comentarios que le hacían sus lectores. Contiene algunas de las ideas más valiosas que he leído nunca sobre estilo, estructuras, composición de tramas, construcción de personajes (el modo en que dispuso notas y diagramas a su alrededor para describir su abadía es sublime)... una gozada de libro.
Gracias, Álvaro, por traer las ideas de Umberto, siempre son bienvenidas.
Espectacular el artículo, Álvaro. Es tal cual lo cuenta Umberto. Luego cada uno trabaja de manera distinta, pero esos principios básicos son esenciales 👏🏻👏🏻🤗