🏷️ Categorías: Escritura, Mejora continua, Metas.
En el siglo XIX, California se estaba llenando de mineros.
Mineros de todas partes dejaban su vida entera atrás, agarraban lo que podían llevarse y partían en un largo viaje hacia la tierra que prometía la fortuna. Era la fiebre del oro y las noticias de quienes ya habían tenido éxito corrían como la pólvora (LearnCalifornia, 2011). Todo el mundo se sentía arrastrado a ir allí, nadie quería perder la oportunidad del siglo.
Si lo piensas, no se diferencia tanto de lo que nos sigue sucediendo en la vida.
Al igual que los mineros, tú también tienes un mapa para orientarte. Personas y lugares configuran tu realidad. Esos son los lugares del mapa que conoces bien, pero también hay zonas que son desconocidas para ti. ¿Qué harías si comienzan a llegarte solo buenas noticias de esas zonas? Sentirías que tu realidad no vale la pena.
Todas tus esperanzas, metas y sueños vivirían en ese enigmático lugar.
Tus sueños y metas son el tesoro, aún no sabes muy bien dónde están ni cómo llegar, pero sientes que se ocultan por los rincones desconocidos del mapa y pronto llegarás.
Así es como muchos mineros agarran su pico, la linterna y atraviesan medio mundo en busca del oro oculto.
Las cosas comienzan a torcerse tan pronto como sales de la zona del mapa que tú conocías y aparecen desafíos que no esperabas. Ya el camino no luce como creías.
La situación empeora aún más cuando encuentras algo en la mina. ¡Qué desgracia! Habías imaginado montañas de oro y lo más que encuentras es un puñado de pepitas de plata entre toda la tierra y rocas. Indudablemente vale mucho, pero no era lo que venías buscando cuando saliste de casa con el pico.
Aquí muchos mineros se dicen a sí mismos: “¡Pues vaya! Aquí no hay oro. ¡He perdido mi tiempo en esta mina! Mejor voy a esa otra, veo a muchos mineros picando allí”.
A este minero que ha recorrido medio mundo para probar suerte se le ha olvidado una cosa al salir de casa: comprobar si había una mina de oro bajo su casa.
Literalmente bajo sus propios pies.
Cuando tu brújula es la de otra persona
Más de una vez he sido como el minero que describo, te soy sincero.
Al oír las buenas noticias de otros, nos sentimos arrastrados a imitar sus pasos para tener el mismo éxito (Colman, 2006), pero déjame decirte una cosa, el minero que admiras ya se llevó la pepita que querías, toca ir a por otra y seguramente ni estará en la misma mina. Cada persona tiene circunstancias únicas y las oportunidades son cambiantes, imitar de esa manera es caer en el sesgo del superviviente (Wald, 1980).
En lugar de imitar a ese minero, pregúntale por qué pica ahí y qué equipamiento usa.
La clave no es imitarle, es recabar información para poder formar tu criterio.
No es beneficioso picar en la mina de otro, sí lo es aprender a buscar oro.
Tu propia mina de oro
Seguro que tienes objetivos en mente, pero quizá tienes dudas sobre cómo lograrlos. En ese caso nos falta encontrar la forma de llegar a la mina de oro, prueba esto:
1. No confundas hábitos con metas:
Los hábitos son la dirección hacia tus metas, las metas son hitos puntuales a lo largo del camino. Tus hábitos definen tu estilo de vida, quién eres y quién vas a ser.
Una cosa es ser pianista y otra es prepararse para tocar una obra en concreto.
Una cosa es ser ser escritor, otra bien distinta es escribir tu primer libro.
Esa es la diferencia entre un hábito y una meta concreta de todo el camino.
2. Céntrate en pocas metas, olvida el resto:
A más metas, más tienes que dividir tu tiempo y energías. Pura matemática.
Céntrate en unas pocas si quieres lograr avances significativos. Hace poco me propuso un amigo hacer un podcast. Le dije que me encantaría, pero no podía porque ahora tenía otras metas y muchos hábitos que mantener.
Si hubiese aceptado su propuesta mi hábito de escribir se debilitaría y mi rendimiento como escritor bajaría drásticamente. Es cuestión de priorizar.
¿Ves a lo que me refiero?
3. Prepárate para la imperfección:
¿Recuerdas lo que decía de preguntar a otros mineros?
Pregunta, investiga cómo puedes lograr tu objetivo y piensa qué hábitos tienes que crear para encaminarte hacia allí. Aprende lo suficiente como para poder comenzar a dar tus pasos con decisión, pero no te obsesiones con prepararte al 100%, jamás tendrás la preparación suficiente como para un viaje desconocido.
Si yo hubiese esperado a tener la preparación perfecta para escribir aún estaría pensando el nombre de mi Substack…
Los inicios imperfectos son la manera perfecta de empezar algo nuevo.
4. Hazlo sostenible:
El ejemplo más brutal que conozco es el del mes de enero.
Muchas personas se ponen objetivos de año nuevo y comienzan con una motivación que asusta. En febrero ya lo han dejado. El motivo está claro, se habían puesto unos objetivos exagerados y querían ir a un ritmo que requiere mucho tiempo alcanzar; terminan sin energías y abandonan con frustración. Querían resultados inmediatos.
Conócete y encuentra tu ritmo ideal para dar resultados de calidad sin cansarte.
5. Paciencia:
A más ambiciosas sean tus metas, más tiempo tendrás que mantener tus hábitos.
Cuando le cuentas a alguien que te has puesto metas personales a años vista van a poner caras raras, pero, al igual que los mineros, para llegar a obtener lo que andas buscando tendrás que tamizar muchos kilos de tierra y rocas solo para encontrar una minúscula pero valiosa pepita de oro en medio de todo.
Estoy en estos momentos tamizando.
Llevo 6 meses escribiendo y acabo de cumplir mi primera meta; ver si era capaz de escribir por 6 meses seguidos. En otras palabras, quería ver si era capaz de tamizar kilos de tierra todos los días durante medio año. Ni me preocupé por encontrar oro, solo quería hacer el hábito. Aún falta tiempo hasta que escriba las mejores obras.
Es cuestión de seguir tamizando tierra y profundizar más y más en mi propia mina.
Estamos acostumbrados a la inmediatez, pero las metas nos exigen tiempo.
✍️ Te toca a ti: ¿Alguna vez te has dejado llevar por lo que otras personas hacen para decidir tu rumbo?
💭 Cita del día: "Ten paciencia con todo lo que queda sin resolver en tu corazón.". Rainer Maria Rilke, Letters to a Young Poet.
Gracias por acompañarme un día más, cuídate 😊.
Referencias 📚
Colman, A. M. (2006). “Bandwagon effect”. A Dictionary of Psychology. Oxford University Press, USA.
LearnCalifornia. (2011, julio). California Gold Rush. https://web.archive.org/web/20110727033216/http://www.learncalifornia.org/doc.asp?id=118
Wald Abraham. (1980, 1 julio). A Reprint of A Method of Estimating Plane Vulnerability Based on Damage of Survivors. https://web.archive.org/web/20190713234909/https://apps.dtic.mil/docs/citations/ADA091073
Qué buena metáfora la de los buscadores de oro, queda tan claro. A mí me ha tocado vivir varias vidas, y ya he aprendido que el truco está en realidad en no buscar nada, en iniciar etapas totalmente abierto a lo inesperado, con la escucha a punto. Se descubre así que somos unos desconocidos de nosotros mismos, y que la vida puede ser tan diferente. Para mí, iniciar lo que sea de esta forma, es hacerlo siendo la pepita de oro 😁
"Los inicios imperfectos son la manera perfecta de empezar algo nuevo" ✨✨